Cartas al director
Suecia y los desafíos de Europa
Suecia, tradicionalmente un modelo del Estado de bienestar, enfrenta hoy desafíos que reflejan los cambios en el viejo continente. Aunque sigue figurando entre los países con mejor Índice de Desarrollo Humano, su situación ha evolucionado y plantea interrogantes sobre el futuro de Europa.
La reciente tragedia en un colegio, sumada a un desempleo juvenil que solo España supera, sugiere que la estabilidad de antaño ya no es una certeza. La industria, pilar clave de su PIB, ha perdido fuerza en un contexto global cada vez más competitivo, mientras que la gestión de la inmigración ha generado tensiones que han llevado al gobierno a tomar medidas extraordinarias, como el apoyo puntual del Ejército a la Policía en ciertas áreas.
A esto se suma la creciente preocupación por la amenaza de Rusia, un factor que añade incertidumbre a la seguridad y estabilidad del país. Pero Suecia no es un caso aislado. Alemania, considerada la locomotora industrial de Europa, también muestra signos de debilitamiento, y las próximas elecciones podrían marcar un punto de inflexión.
La Unión Europea enfrenta un reto común: adaptarse con mayor rapidez a la era digital y a la globalización.