Cartas al director
Epitafio
Una vez me pidieron de manera extraoficial que opinara de un amigo sobre su idoneidad para un nuevo cargo, respondí que era muy válido, pero que lo veía como un segundo excepcional allá donde lo pusieran, que me parecía perfecto si le asignaban una tarea. No sé si mi opinión fue tenida en cuenta.
Lo traigo a colación porque he leído «Volver a Mariano por un día» de Luis Ventoso y éste dice de don Mariano «a pesar de pasarse toda su vida adulta en el coche oficial, su espíritu no era el de un político, sino más bien el de un alto funcionario. Rajoy era perfecto… si se le asignaba una tarea […] carecía de una carga ideológica bien definida. Aspiraba a una gestión «razonable» de las cosas y se conformaba con ella […] Centrado en evitar la bancarrota, se desentendió de la liza ideológica, en la que nunca creyó»
Parece que Luis Ventoso opina sobre nuestro hombre algo parecido a lo que este humilde servidor opinaba de la idoneidad de mi amigo y de lo que entiendo debía ser la política.