¡Pero si yo no tengo coche!

De momento, tampoco pienso comprar uno, ¡que se peguen entre sí los fabricantes! ¡El día que lo necesite, lo alquilo! Eso mismo pensaba hace un mes… Ahora, ante el revuelo que ha generado Trump, he cambiado de opinión.

La práctica totalidad de los coches que se fabrican en España son a combustión y hasta ahora no se ha muerto nadie. Ocupamos el segundo lugar de Europa en esa industria, que genera riqueza y numerosos puestos de trabajo. ¡Debiéramos estar orgullosos de ello!

No obstante, desde hace años, en nuestro país, todos ustedes lo habrán advertido, se subvencionan y promocionan a gran escala los eléctricos. ¡Con el gran impacto ambiental que supone la fabricación y reciclaje de sus baterías!

Desde el punto de vista empresarial, me parece que nos estamos pegando un tiro en el pie. Y, como ciudadano, duele que el dinero de nuestros impuestos fluya hacia USA y China. ¡Que quieren que les diga, prefiero que se quede en casa!