Recordando Malvinas

Se acerca el dos de abril, y con ello la celebración del 43 aniversario de inicio de la guerra de las Malvinas. Niños de algunas escuelas decoran con murales infantiles alusivos el exterior de los muros que definen algunos cuarteles. Es la epopeya militar argentina más reciente, y los militares se aferran a su conmemoración. No en vano, fueron casi ochocientos los soldados fallecidos. Honor y gloria de la raza, resultado del arrojo patriótico de quienes allí participaron. Derrota final, si bien su coraje y dignidad los encumbró nacionalmente para siempre. Valentía, directamente proporcional a la desmesura y daño irreparable que las autoridades militares argentinas ocasionaron a partir de mitad de 1.966.

Siete años de dictadura que ahondó la miseria de uno de los países más ricos del planeta a caballo del inicio del siglo XX. Claridad y luminiscencia del Ejército argentino, sobre las sombras de sus jefes redentores. Cada año por estas fechas, digna memoria a los soldados, además de la pretensión de redimir aquel improperio político, con el que los generales difuminaban su impostura