Cartas al director
La muerte del Papa Francisco
La muerte siempre nos sorprende por muy anunciada que esté. En el caso del Papa Francisco parecía que estuviese avisada un par de semanas antes, pero después de haberlo visto el Domingo de Resurrección dando la bendición URBI ET ORBI nadie hubiera podido imaginar este desenlace.
Del Papa Francisco nos quedará para el recuerdo dos características diferentes a otros pontífices: su procedencia (latinoamericano, cercano a la Teología de la Liberación) y su defensa a ultranza de los pobres; pobres, consecuencia del capitalismo y del imperialismo sufrido en aquel continente. Por eso podía dar la impresión de estar más cercano a la política de izquierdas que de derechas.
Por otro lado, ha sido hasta hoy, el único pontífice jesuita. Esto significa que esta orden siempre ha mostrado una gran decisión a lo largo de su historia, de transformar la sociedad y ha puesto en ello una gran energía en conseguirlo. A veces tuvo que pagar un alto precio por ello, como la expulsión de algunos países.
El Papa Francisco se ha destacado por su defensa de los pobres y de los migrantes como pobres obligados por la necesidad de abandonar su tierra. Hoy está ya en la presencia del Padre y acogido en su Gloria.
Ahora solo nos cabe preguntarnos quién lo sucederá. La Iglesia ha demostrado que siempre pone en la dirección del Pontificado a la persona más cercana al mundo que nos toca vivir. En el mundo actual el centro mundial se ha desplazado hacia el Indico Pacífico, no sabemos si en unas semanas nos encontraremos con un papa asiático. Si fuese así, esperemos que sea filipino, cuyo país es el más católico de todo el continente.