El CIS, una herramienta malversadora al servicio de Sánchez
Tezanos perpetra otro sondeo manipulado poniendo recursos públicos al servicio de su partido
Nada demuestra mejor las espurias intenciones de Pedro Sánchez hacia los medios de comunicación críticos o los jueces independientes que la transformación del CIS, dirigido por un dirigente del PSOE, en un aparato de propaganda burda al servicio del Gobierno.
De la falta de decoro del otrora prestigioso Centro de Investigaciones Sociológicas da cuenta su último «sondeo», perpetrado impúdicamente para difundir la falacia de que Sánchez encabeza las preferencias electorales de los españoles, el PP pierde fuerza y Sumar y Vox la recuperan.
No es un estudio para saber el estado de ánimo de los ciudadanos, sino para inducir en ellos un estado de opinión tendente a borrar de su memoria la escandalosa huella de los escándalos protagonizados por el presidente, su partido, su Gobierno y su entorno familiar.
Ninguna encuesta seria recoge indulgencia alguna hacia la amnistía, el cupo catalán o las andanzas judicializadas de Begoña Gómez, David Sánchez o Koldo García. Como tampoco hay coincidencia alguna entre la práctica totalidad de los sondeo previos de Tezanos y el resultado posterior de distintas convocatorias electorales.
No estamos, pues, ante un error científico. Sino ante una obscena manipulación de instituciones del Estado, cercana a la malversación cuando no sumergida en ella. Los abusos del sanchismo son ya incontables.
Que Sánchez se haya atrevido a semejante bochorno solo unas horas después de presentar su plan para resucitar la censura en España es otra prueba más de su inquietante deriva autocrática y de la ausencia de líneas rojas en su carrera desesperada hacia la nada.