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en primera líneaJuan Van-Halen

El para qué de un apaño

Con el triunfo en Madrid el PP se hizo olvidar el fracaso en Cataluña, superó trampas para elefantes que el sanchismo le había colocado en el camino, en la Convención que finalizó en Valencia movilizó ilusiones desde una imagen de unidad responsable… ¿Qué le suma pactar con un PSOE desorientado?

Llevo días preguntándome qué ventajas ha supuesto o puede suponer para el primer partido de la oposición su pacto con el PSOE para la renovación de ciertos órganos constitucionales. No encuentro ninguna. Me siento ciego y sordo, dos de las tres situaciones de los monos místicos del santuario de Toshogu que nos llegan de una leyenda del siglo VIII. Los monos se tapan los ojos, los oídos y la boca. Esta tercera circunstancia, estar en silencio, no me afecta; de ahí estas líneas. Opino sobre lo que no entiendo pero existe. No veo la imagen favorable ni escucho el grito salvador de ese apaño. Por eso me reconozco ciego y sordo.

De pronto, en medio de una sesión de control en el Congreso, el jefe de la «leal oposición al Gobierno de Su Majestad», que así se expresarían en el palacio de Westminster, ofreció el acuerdo al presidente Sánchez. Salvo provocar la sorpresa del concernido resistente, que pudo durar unos segundos, no acabo de entender qué provecho extrae el PP de ese ofrecimiento. A mi juicio le resta credibilidad entre sus votantes y no le suma en lo que en un momento de debilidades y fracasos del Gobierno más se valora: la firmeza, las ideas claras, la línea recta. El peor enemigo de un político en horas altas es el zigzagueo.

Desde el pasado 4-M, las elecciones en Madrid, el primer partido de la oposición vive un tiempo dulce. Con aquel sonado triunfo se hizo olvidar el fracaso en Cataluña, superó trampas para elefantes que el sanchismo le había colocado en el camino, en la Convención que finalizó en Valencia movilizó ilusiones desde una imagen de unidad responsable… ¿Qué le suma pactar con un PSOE desorientado que no controla ni a miembros de su propio Gobierno? En lugar de un empujón hacia su abismo, el PP ofrece a Sánchez un salvavidas.

La satisfacción del Gobierno se evidencia en la prisa que se dio el ministro Bolaños en citarse con García Egea, número dos del PP, para cerrar un acuerdo que hubiese merecido más parsimonia y prudencia. Cuando los socialistas aceleran es que les va bien en la carrera. Al conocerse los nombres elegidos para la renovación del Tribunal de Cuentas y del Tribunal Constitucional, juristas ilustres mostraron su sorpresa y disconformidad, desde miembros del Tribunal Supremo a un sector del propio Tribunal Constitucional. Sin poner en duda la capacidad de los propuestos, opinaron que se trata de un apaño con fuerte carga ideológica. Y hay que calibrar quién se beneficia más.

Lu Tolstova

Me detendré en algunos nombres. En el Tribunal de Cuentas cesan magistrados incómodos para el independentismo. La principal la exministra Margarita Mariscal de Gante. Ella y María Antonia Lozano, Felipe García Ortiz y José Manuel Suárez Robledano fueron consejeros decisivos para exigir el pago de millones de euros a los independentistas del procés. Con Mariscal de Gante tenían fijación Ábalos, Pere Aragonès y Sánchez llegó a tildarla de «anacronismo». Otra baja es la del fiscal Miguel Ángel Torres, consejero propuesto ahora pero que deberá apartarse del procedimiento. Su sucesor será nombrado por Dolores Delgado y nadie duda de su lealtad al mando.

Gracias a resoluciones de Mariscal de Gante apoyadas por algunos de los excluidos, los enjuiciados por el procés tendrán que devolver unos cuantos millones de euros. Artur Mas, 4,9 millones por la consulta ilegal del 9-N y 5,4 millones otras decenas de implicados, entre ellos algunos de los indultados por Sánchez. Ahora no se sabe qué ocurrirá pero lo temo. A Mariscal de Gante parece que la sustituirá en el procedimiento a los independentistas, si continuase, el magistrado Diego Íñiguez, hasta ahora director del Gabinete de la ministra Margarita Robles. Rara neutralidad. Los independentistas están de enhorabuena. Sin embargo, ha sido renovada en el Tribunal de Cuentas la consejera Dolores Genaro que votó en contra de la resolución promovida por Mariscal de Gante que sirvió de base para exigir responsabilidades a los del procés. Y se incorpora al Tribunal Luis Ortiz de Mendívil, abogado de miembros de Podemos en el caso Neurona.

Al Tribunal Constitucional llegan cuatro nuevos magistrados, entre ellos dos procedentes de la Audiencia Nacional: Concepción Espejel, que fue recusada en el caso Gürtel, y con tal antecedente planea sobre ella la amenaza de tener que inhibirse en todas las causas que puedan afectar al PP, y Ramón Sáez que ha cuestionado repetidamente la Ley de Amnistía y deslegitima abiertamente la Transición como «un ejemplo de impunidad e injusticia». ¿Podrá decirse ahora que se ha impedido el paso a alguien ligado ideológicamente con el radicalismo de Podemos? El abogado de Puigdemont manifestó su alegría por el nombramiento de Sáez que fue ponente de las sentencias que absolvieron a Trapero, jefe de los Mossos d´Esquadra el 1-O de 2017 y a los radicales que asaltaron el Parlament en 2011.

Para aumentar la inquietud por lo decidido en este apaño de los dos partidos mayoritarios, Espejel y Sáez llevaban en la Sección Primera de la Audiencia Nacional los recursos en materia penitenciaria, entre ellos la concesión de permisos y semilibertades a presos etarras. Espejel no era partidaria de la manga ancha y exigía garantías, mientras Sáez se inclinaba habitualmente por conceder las mejoras de grado. A ver qué ocurre ahora y con la competencia de Prisiones transferida al gobierno vasco.

El colofón de este acuerdo de difícil digestión ha sido sacar de un apuro a Sánchez. El nombramiento de Ángel Gabilondo como Defensor del Pueblo le ha permitido cumplir con el gran perdedor del 4-M en Madrid. Un premio a los disgustos que soportó este catedrático de Filosofía, muy respetable en lo personal. En este caso el más beneficiado de la comprensión y buen rollito del PP ha sido Sánchez. Así al menos cumple una promesa. Y gracias a quienes desprecia e insulta un día sí y otro también.

Juan Van-Halen es escritor y académico correspondiente de la Historia y de Bellas Artes de San Fernando