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Los Premios Foro España a los Valores, un ejemplo

Lo verdaderamente importante de la actividad general de Foro España es la protección y defensa de los valores, como aquellos principios universales por los que debe regirse el comportamiento del ser humano

El pasado día 31 de marzo tuvo lugar el solemne acto de entrega de los II Premios Foro España a los Valores y baste ahora mencionar que el jurado integrado por notables personalidades de nuestra sociedad y presidido por el expresidente del Parlamento Europeo D. Antonio Tajani, concedió los galardones a la excanciller alemana Ángela Merkel, a Historiadors de Catalunya, a Iñaki Arteta, a El Dúo Dinámico, al arquitecto Peridis, al Hospital IFEMA, a la Unidad Militar de Emergencia UME, a las deportistas Carolina Marín y Sandra Sánchez, a los hermanos Riberas Mera de GESTAMP y al sindicato de profesores ANPE.

La ceremonia de entrega fue emocionalmente celebrada en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y tuvo la repercusión mediática correspondiente a la que los medios de comunicación del país le conceden a los actos de la sociedad civil sin subvenciones ni patronazgos partidistas políticos.

Pero lo verdaderamente importante de la actividad general de Foro España es la protección y defensa de los valores, como aquellos principios universales por los que debe regirse el comportamiento del ser humano. Esos principios que no se hallan condicionados por la temporalidad, ni la cultura, ni la religión, ni las etnias ni la política que son conducidos casi siempre por los vaivenes de la moda o las costumbres, aquellos pues que responden a la intemporalidad y don de la ubicuidad aplicables a la comunidad humana. La Ética, el Respeto, la Tolerancia, la Paz, la Solidaridad, el Amor, la Honestidad o la Libertad.

Hoy día, la frivolidad a la que conduce la evolución tecnológica, el abandono de los principios básicos que conlleva la frenética lucha por la supervivencia, el egoísmo de quien solo lucha por sí mismo en el sálvese quien pueda, el afán de poder, notoriedad y riqueza material, las personas que abandonan a su suerte la educación de nuestros hijos por la ausencia de valores y cuidados familiares, propician un escenario en el que si no existen movimientos sociales ciudadanos que vayan con sus acciones recordando la absoluta necesidad de proteger nuestros valores básicos, el mundo y el género humano camina hacia la desertización del alma y al moribundo latir de un corazón desintegrado.

Paula Andrade

Es por ello que tanto Foro España Cívica como otras asociaciones y movimientos deberían unir sus capacidades con generosidad, sin egos ni vetos para alcanzar los niveles de penetración en la sociedad, en la base de la gente pues si no lo hacemos nosotros con impulso y tenacidad, nadie lo hará. Estén ustedes seguros.

Y ello me conduce inexorablemente a denunciar la enorme distancia que existe entre autoridades, gobiernos, clase política y partidos en relación a la sociedad civil y la ciudadanía. Parece pues que la gente que es el pueblo y la clase dirigente orbitan en anillos diferentes que no se cruzan más que en las campañas electorales y, sobre todo, las élites no tienen el más mínimo interés en esa mezcla necesaria. A los actos de la sociedad civil muchas veces ni se responde y cuando se hace, los esforzados secretarios, asistentes, jefes de gabinete y consejeros aluden a los insalvables problemas de agenda o compromisos adquiridos con anterioridad en la frenética actividad político-representativa, a mayor gloria del partido, del cargo o del sillón, con lo cual se agranda el vacío entre las órbitas de unos y de otros.

Y sí, puede leerse en estas líneas una cierta clave de lamento porque la sociedad reclama y necesita sentir la proximidad de sus representantes a los que además, democráticamente, ha otorgado esa responsabilidad pues, si no, corremos el riesgo de considerarlos extraterrestres en nuestras vidas, cuando no invasores de nuestros destinos. Quisiera con ello hacer un llamamiento muy serio a corregir esos comportamientos, puesto que la sociedad y la ciudadanía seguirán su camino en soledad y abandono, sin recursos pero con la fortaleza del pueblo soberano que en su hartazgo los apee de los coches oficiales para que dejen de hacer cosas chulísimas no se sabe cuándo ni dónde. Y ese momento llegará sin duda porque el movimiento asociativo en defensa de los valores seguirá cada día con mayor ímpetu.

En 2024 asistiremos a los III Premios Foro España a los Valores y entonces seguro que veremos quién sigue, quién quedó en el camino y dónde está cada cual. Muchos ya trabajamos en ello.

  • Mariano Gomá es presidente de Foro España y España Cívica