Primera línea de frente
No se quiere facilitar el que una decisión tan grave e irreversible para la mujer como el aborto se adopte con la información y la reflexión necesarias y sí con la angustia y las presiones que tantas veces llevan a una decisión que muchas de esas mujeres, víctimas del aborto, lamentarán en el futuro
En la Primera Guerra Mundial, en una de sus visitas a las trincheras de la primera línea de frente, el primer ministro de Francia, Georges Clemenceau, recibió de aquellos soldados que, en condiciones durísimas, constituían la primera avanzada del frente aliado, un pequeño ramo de flores silvestres. Algo que le emocionó tanto que guardó ese ramo en su habitación hasta el final de su vida y dispuso que fuera enterrado junto a su cuerpo en su sepultura.
El pasado 30 de Junio, Bieito Rubido, director de El Debate, recibió uno de los premios de la asociación Más Futuro. Una asociación ejemplar que desde hace ocho años ofrece alternativas al aborto, con el máximo respeto a su decisión final, a las mujeres, algunas casi niñas, que acuden a los centros abortistas, gracias al compromiso voluntario de sus denominados rescatadores. Estos hombres y mujeres heroicos, el 80 por ciento muy jóvenes, son los que hoy están en la primera línea de frente en la lucha por el derecho a la vida y la dignidad humana.
Una lucha muy dura y difícil, con grandes éxitos (6.253 bebés rescatados que han nacido desde el año 2012), pero también con tristes fracasos («crónica de una muerte anunciada»), frente a unos negocios abortistas con grandes recursos económicos y que utilizan todos sus contactos políticos y mediáticos para obstaculizar que se ofrezcan alternativas al aborto a esas mujeres, muchas veces presionadas por sus padres o sus empleadores. La patronal del aborto no solo consiguió modificar la regulación del mismo con la Ley del 2010, sino que ha logrado del Gobierno PSOE-Podemos y de la coalición Frankestein, que le apoya, que se pueda sancionar penalmente a esos heroicos voluntarios, sin que sea necesaria, gracias a una enmienda del PNV, la denuncia de la mujer para perseguir a quienes le han ofrecido alternativas al aborto.
Además, el Gobierno socialcomunista ha publicado un Anteproyecto de modificación de la Ley del aborto del 2010 en el que las menores de 16 años podrán abortar sin el consentimiento de sus padres, mientras se suprime el periodo de reflexión de tres días y que sólo a petición de la mujer se le ofrecerá información sobre asesoramiento y ayudas a las embarazadas. Queda claro que no se quiere facilitar el que una decisión tan grave e irreversible para la mujer como el aborto se adopte con la información y la reflexión necesarias y sí con la angustia y las presiones que tantas veces llevan a una decisión que muchas de esas mujeres, víctimas del aborto, lamentarán en el futuro. Un perfecto ejemplo de colaboración público-privada (tan denostada por la izquierda en otros ámbitos) en el negocio de la muerte.
A pesar de tantas dificultades, Más Futuro sigue adelante en esa primera línea de frente con sus entusiastas rescatadores, con las personas que ayudan a las mujeres que aceptan esa segunda oportunidad, con su teléfono SOS 24 horas 693 632 326 (que ha permitido salvar muchas más vidas) y con los apoyos que recibe en la cuenta corriente ES06 2038 2715 6160 0021 6704.
Estoy seguro que Bieito Rubido, como Clemenceau en la Primera Guerra Mundial, guardará con cariño y orgullo ese premio de la asociación Más Futuro como reconocimiento a la labor de El Debate en defensa de la vida, por parte de esas heroicas personas que, con ejemplar compromiso e inquebrantable esperanza, ocupan la primera línea del frente en esa lucha por la dignidad humana.
- Luis Peral Guerra es doctor en Historia y coordinador del grupo de trabajo de Libertad en la iniciativa NEOS