Manual de indignaciones
Indignación general manifiesta ante la formación de un Gobierno de España sustentado por la sangre terrorista y la terminal infección independentista a las que, cómo no, se apuntan comunistas, antisistema y profesionales del chollo. Pero todos a callar en aras a la democracia
Hace ya años que los ciudadanos españoles, la sociedad civil, deberíamos estar superlativamente indignados por los ataques que se están perpetrando contra nuestra unidad, nuestras instituciones y nuestra convivencia en paz y progreso. Tanto es así que las indignaciones a las que estamos sometidos son de manual y como tal deberíamos dejar constancia escrita en varios tomos, pero humildemente aquí tan solo me permito resumir algunas como una breve sinopsis de todo aquello que algún día alguien escribirá.
Anticipo además que solo he planteado doce aspectos del manual, como los meses del año, que debería ser el tiempo que tardara un nuevo Gobierno de cambio de ciclo en derogar, enterrar y encerrar en el baúl de los malos recuerdos todas las leyes, acuerdos y desmanes que han provocado los Frankenstein.
1.-Deberíamos estar seriamente indignados desde que hace lustros los diferentes Gobiernos de España han permitido la siembra de tóxicas hierbas cediendo las competencias de educación, seguridad nacional y cultura a las comunidades autónomas, lo cual les ha indicado el camino para adoctrinar a una generación entera en contra de España en su concepto y de sus propios compatriotas.
2.-Mayúscula indignación debería provocarnos el conjunto de cesiones y concesiones que se han ido derramando como un grifo abierto para llenar los recipientes de las infamias vaciando el depósito común de recursos y valores, sin siquiera entrar a considerar la sangría a la que se nos somete en la actualidad que sería objeto de indignaciones concretas.
3.-Nuestra indignación debería rozar el límite de lo soportable desde que permitimos que un advenedizo e indocumentado chusquero asaltara casi clandestina pero democráticamente el poder y los secretos mecanismos del Estado, y como demócratas hemos debido asistir y asumir tamaña tropelía.
4.-Indignación general manifiesta ante la formación de un Gobierno de España sustentado por la sangre terrorista y la terminal infección independentista a las que, cómo no, se apuntan comunistas, antisistema y profesionales del chollo. Pero todos a callar en aras a la democracia.
5.-Es indignante observar cada día nuestra ruina progresiva en lo económico, lo social, los valores básicos y nuestro prestigio internacional tan duramente conseguidos. Superfluos ministerios, inútiles secretarios, asistentes, asesores y la comparsa de la vagancia en vehículos y estatus oficiales. En definitiva, un Banco Socialista de Alimentos o una Acción Comunista contra el Hambre.
6.-Políticos indignados y callados, sistema bancario indignado y callado, pensionistas arruinados y callados, sociedad sin futuro indignada y callada, jóvenes sin salida indignados y callados, burguesía y capital indignado y callado y además ausente de la escena.
7.-Autónomos y trabajadores administrando con indignación sus pocos recursos mientras observan los sueldos estratosféricos de los enchufados del régimen bajo el ruido de helicópteros, Falcons, caravanas de Audis y aquél aroma que además desprenden las mariscadas sindicales.
8.-Si yo perteneciera a cualquiera de los grupos LGTBIXYZ, que no pertenezco, sufriría una humillante indignación porque se puede y se debe ser lo que se es pero de forma seria y normal, siendo para esos colectivos naturales una verdadera vergüenza el circo que se monta alrededor más próximo a la pachanga, a la payasada y al carnaval que a un movimiento reivindicativo.
9.-Indignante es para un ciudadano normal que trabaja, sustenta a su familia y subsiste en lo económico, observar a la chulísima cuchipandi de las niñas y ministras al salón tomándose unas vacaciones en Falcon a Estados Unidos para sonreír en un selfie en Times Square, sumando ahora a la niña Lilith Pelopaja a la fiesta.
10.-La gente asiste con indignación a la movida presidencial por las tierras abrasadas para siempre y hacerse el posado fotográfico sin saludar a nadie pues nadie le quiere saludar más que con insultos y vítores de «¡fuera, fuera!». Solo le falta ya usar un portaaviones o el Juan Sebastián Elcano para visitar un desastre ecológico al estilo albufera valenciana o como se vierten los detritus en nuestro mar Mediterráneo.
11.-Crece la indignación en propios y extraños, insólitamente sumisos, ante el proceso de cadalso y guillotina de jueces, fiscales, portavoces, jefes de gabinete y ministros a mayor gloria de Su Persona por problemas de espalda, embarazos o amígdalas, ya veremos de qué caerán Marlaska o Iceta. Mucho me temo con toda indignación que cuando hay que sustituir tantas piezas tantas veces, lo que falla es el vehículo y su conductor.
12.-Deberíamos estar, finalmente, profundamente indignados viendo cómo nos humilla Marruecos, nos insulta Argelia, nos mira de reojo toda Europa, nos ningunea Hispanoamérica y no existimos para EE.UU. y todos los demás actores del mundo. Creo además que hay un movimiento emergente para catapultar a Mi Persona y sus filibusteros a un puesto de relevancia internacional y apartarlos del sendero del suicidio colectivo de los ciudadanos españoles. Me atrevo a aventurar una solución y sugerir la relevante responsabilidad que les vendría como anillo al dedo, de la Asesoría de la Oficina Comercial de la Autoridad Portuaria y Tráfico de Mercancías del Estrecho de Malaka.
Quizás ahí…
- Mariano Gomá es presidente de Foro España y España Cívica