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En primera líneaRafael Puyol

¿Es usted un 'baby boomer'?

'Boomers' y 'millenials' están obligados a entenderse en el desarrollo de sus respectivas actividades profesionales. El trabajo intergeneracional es una exigencia ineludible

El término alude al aumento de los nacimientos que se produjo en EE.UU. y otros países anglosajones tras la Segunda Guerra Mundial y que se alargó entre 1946 y 1964. Fue utilizado por primera vez en un artículo del Daily Press publicado en 1963 para referirse a las numerosas generaciones que por esos años estaban llegando a las Universidades. Muchos otros territorios tuvieron su particular baby boom aunque con periodos de duración y fechas diferentes de comienzo y final . Este es el caso de España que vivió su etapa de natalidad alta entre mediados de los 50 y mediados de los 70, unos 20 años en los que nacieron 14 millones de niños.

¿Es usted un boomer? Sí, si ha nacido entre esas fechas como les ocurrió a Nuñez Feijóo, boomer temprano o a Pedro Sánchez, boomer tardío que, al menos, coinciden en su pertenencia a una misma generación. Una generación que en el mundo, y particularmente en España, le tocó observar acontecimientos especiales que marcaron su trayectoria: protagonizaron la revolución educativa, crecieron con la TV, vieron y, sin duda, se beneficiaron de la entrada en la Unión Europea y fueron testigos de la incorporación de la mujer al trabajo. Casi todos nacieron con el franquismo, pero contemplaron la transición al sistema democrático en una etapa joven o muy joven de su existencia. Vieron cómo el nuevo régimen nacía con dificultades, pero creyeron en él y contribuyeron a consolidarlo. Algunos los han definido como la primera gran clase media de la historia de España.

Permítanme referirme específicamente a sus características laborales. Ante todo, es preciso mencionar que trabajan más que los miembros de generaciones anteriores, entre otras cosas porque mantienen buenas condiciones de salud durante mucho más tiempo. Son fieles a las empresas y tienen con ellas un alto nivel de compromiso. No es infrecuente que estas personas pasen varias décadas de su vida vinculadas a la misma institución, que para algunos se convierte en la única. Buscan, por lo tanto, seguridad y estabilidad en el trabajo y, al mismo tiempo, reconocimiento por su entrega. Valoran la jerarquía y están capacitados para liderar grupos a los que aportan experiencia, conocimientos y capacidad relacional. No son nativos digitales, pero tampoco analfabetos absolutos. Incluso las generaciones más jóvenes tienen un dominio más que razonable de las nuevas tecnologías. En eso se diferencian de las cohortes anteriores de «veteranos» y se acercan a las siguientes encabezadas por los millenials.

Paula Andrade

Al definir una generación, como lo hemos hecho, se corre el peligro de caer en estereotipos o simplificaciones excesivas, pero en este caso creo que todas, con distintas intensidades, convienen a los boomers. Y marcan diferencias con algunos de los rasgos laborales de los millenials . Estas generaciones más jóvenes cambian con frecuencia de actividad y de compañía y poseen una menor valoración de la jerarquía.

Boomers y millenials están obligados a entenderse en el desarrollo de sus respectivas actividades profesionales. El trabajo intergeneracional es una exigencia ineludible, aunque no tenga en sistemas como el nuestro demasiado alcance. Quizás por la existencia entre los dos grupos de prejuicios tan influyentes como injustificados. Muchos jóvenes suelen hacer responsables a los boomers de contribuir al agravamiento de problemas como el cambio climático o la desigualdad de la riqueza y de ser consumidores excesivos de los bienes que ellos generan. Por su parte, los boomers les critican su escasa fidelidad empresarial o la excesiva importancia que dan a determinadas condiciones de trabajo que a veces convierten en exigencias irrenunciables.

Los boomers tienen hoy entre 45 y 65 años. Algunos ya han entrado en la edad de jubilación y otros lo van a hacer en el futuro inmediato, multiplicando de una manera significativa el número de pensionistas que además estarán más años cobrando su retiro debido al aumento de la longevidad. Es un reto formidable que aconseja, entre otras cosas, mantener más tiempo en el trabajo a personas que tienen las condiciones para ello. Los boomers deben ser las primeras generaciones de activos que rompan con esa cultura imperante en el pasado de abandono temprano de la ocupación. Tienen la salud necesaria, la edad adecuada y los conocimientos suficientes para seguir siendo una pieza esencial del engranaje laboral de este país.

  • Rafael Puyol es presidente de UNIR