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EN PRIMERA LÍNEAGonzalo Cabello de los Cobos Narváez

Sobre la necesaria «equitación vegana»

Dejen de pensar que el mundo se ha vuelto completamente loco. A lo mejor es que usted no es lo suficientemente trans(algo) para comprender que la evolución humana a la que debemos aspirar consiste en erradicar el raciocinio y comprarse un caballito de juguete para dar saltitos en espacios seguros y diversos

En principio pensaba hablarles de la incipiente «caza al blanco» que, en algunos países, pero sobre todo en Estados Unidos, está poniéndose de moda. Una animada y saludable práctica que consiste en atacar en grupo de forma salvaje a cualquier persona blanca sin importar su edad, sexo o cualquier otro tipo de característica que haga de las víctimas personas vulnerables.

El juego es muy sencillo. Se trata de juntarse unos cuantos amigotes con mucho cabreo racial y seleccionar a una persona blanca indefensa para propinarle una paliza. Sucede todos los días, pero pocos medios hablan de ello. Pero la realidad es que tampoco quiero aburrirles con asuntos de poca importancia. No seré yo el que opine que obligar a adolescentes blancos a besar los pies de personas de raza negra como forma de expiar los pecados de sus supuestos antepasados esclavistas es otra forma más de racismo cruel y absurdo. Para nada quiero que piensen que yo soy un machirulo heterosexual blanco que no comparte el dolor de sus semejantes.

Lu Tolstova

Y mucho menos me gustaría aburrirles opinando sobre la violación y posterior empalamiento que una joven residente en Cherburgo (Francia) ha sufrido a manos de un alocado chaval de «jovenlandia». Que este muchachote utilizara una escoba para empalar a la chica y le perforara en su afanosa tarea el colón, el intestino delgado, el peritoneo y el diafragma solo son detalles que importan a los racistas intolerantes. Ni ustedes ni yo debemos ocuparnos de estos asuntos. Lo primordial ante estos casos es olvidar muy rápido la información y pensar en otras cosas mucho más amables.

Por eso, me gustaría pedirles que desechen de sus cabezas la descabellada y radical idea que identifica la inmigración descontrolada con la delincuencia. Por favor, expulsen de sus mentes los tantos por ciento y las estadísticas y recuerden que los números también pueden ser muy fascistas.

Tampoco miren a los países de nuestro entorno y crean que lo que está pasando en esos lugares puede suceder perfectamente en España. Por ejemplo, lo que ha pasado en Hospitalet (Barcelona) hace pocos días. Que tres «jovenlandeses» hayan escalado un edifico para meterse en el apartamento de una chica ucraniana para violarla es un hecho aislado sin apenas precedentes. Que no se les pase por la imaginación que nuestros políticos deben ponerse de acuerdo y establecer una política de estado razonable y razonada en materia de inmigración para evitar que casos así sigan sucediendo diariamente. Si lo hacen caerán en la trampa de la ultraderecha y serán directamente cancelados.

Por eso, creo que es importante que hablemos de asuntos de mayor importancia para los ciudadanos. Por ejemplo, del asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta a manos de Daniel Sancho. Ese sí que es un tema trascendente para nuestro devenir ¡Qué formación de Gobierno ni qué formación de Gobierno! Lo importante es comentar este tema en todas las cenas a las que asistan, en el supermercado y en la pelu. Además, es vital que cada uno de ustedes tenga una opinión madura al respecto y conozca todos los detalles escabrosos del caso. Yo, por ejemplo, creo que en el fondo Daniel no es mal chico. Solo un pobre inadaptado que, sin querer, troceó a su supuesto amante y repartió sus 17 piezas por Tailandia como si fuera Garbancito.

Pero lo más importante de la actualidad, según mi humilde parecer, y de lo que quiero realmente hablarles hoy, es una nueva tendencia que nos llega como un halo de esperanza desde los países antes conocidos como nórdicos. Ese reducto de progreso social que constituye el faro hacia el que todos debemos mirar y que muy pronto, de tanto y tan grande progreso, acabaremos por no distinguir.

Este hito humano sin precedentes del que no deben perder detalle recibe el nombre de «hobby horsing» o «equitación vegana».

La revolucionaria tendencia, en Finlandia ya cuenta con 10.000 practicantes, consiste en saltar una serie de obstáculos montados no en un caballo real, sino en un palo de madera con una cabeza de equino de juguete pegada a uno de sus extremos. Es un espectáculo exquisito y disruptivo, de verdad. De hecho, existe hasta un concurso de doma clásica de esta modalidad.

No sé ustedes, pero yo me estremezco de gratitud hacia la humanidad cuando pienso en esos miles de jóvenes tolerantes y responsables con la naturaleza que, en vez de malgastar su tiempo en cosas tan insulsas como pensar, dedican sus horas a dar brincos sobre caballos de juguete…Su compromiso con el futuro es realmente encomiable y merece toda la atención que podamos prestarles como sociedad.

Así que, por favor, dejen de pensar que el mundo se ha vuelto completamente loco. A lo mejor es que usted no es lo suficientemente trans(algo) para comprender que la evolución humana a la que debemos aspirar consiste en erradicar el raciocinio por completo y comprarse un caballito de juguete para dar saltitos en espacios seguros y diversos.

Bienvenidos al fin del mundo.