La ministra de Defensa sigue siendo el rostro cabal de un Gobierno que, ante la cercanía de las elecciones, cada vez habla con voces más diferenciadas. Margarita Robles ha respondido a Ione Belarra, a Podemos y a toda la extrema izquierda que está pidiendo que dejen de mandar armas a Ucrania, una equidistancia extraña y carente de sensibilidad que les retrata como ideología.
El presidente del FC Barcelona, que nunca se esconde en la victoria y rara vez lo hace en la derrota, está guardando un denso silencio en torno a los presuntos pagos que el club realizó al vicepresidente de los árbitros españoles. Su 'desaparición' invita a pensar que el que calla otorga y que el Barcelona no tiene mucho que añadir a la conversación. Como mucho, esperar a que escampe.
En su entrevista de hoy con este periódico, el intelectual dice de viva voz lo que muchos ya piensan: que las elecciones generales de finales de año son la última oportunidad para reconducir España. A nadie se le escapa que cuatro años más de Sánchez, y en una más que previsible debilidad, llevarían al país a una nueva lista de cesiones a todos aquellos que desean el deterioro de nuestra nación.
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