El presentador, que es dueño a su vez de un santuario con 300 animales, hizo anoche en el programa más visto de la televisión en España una defensa de la tauromaquia. «Tú tocas los toros y estás tocando el ecologismo más puro», argumentó. También tuvo críticas para la mal llamada ley de bienestar animal. «No puedes hacer una ley mascotista y llamarla animal», dijo, para después pronosticar que muchas tiendas de mascotas «van a tener que cerrar» cuando «era el primer acercamiento» de los niños a ese mundo. «¡Que más te da que esté en un escaparate que un almacén!», criticó.
En una entrevista en Radio Euskadi, donde le dan trato de ministro, el coordinador general de EH Bildu ha asegurado que su partido tiene «principios y valores» para decir después que van a tratar de «cerrar la puerta a la derecha». No sé qué valores puede tener un partido que incluía en sus listas a siete asesinos y casi 50 etarras, pero él sabrá. Luego ha dicho una verdad, cuando le han preguntado por qué Sánchez ahora no le da bola: «¿Dejamos de tomar a la gente por boba? Si llevamos 4 años juntos».
Además de su manifiesta aversión a los partidos de centro derecha, el presidente del CIS ha destapado una nueva fobia personal: los puentes por festividades religiosas. «En países como España (...) existe una notable rigidez ancestral en la fijación de determinadas festividades; sobre todo, de naturaleza religiosa», ha escrito. Alega motivos de productividad. Puestos a abrir ese melón: ¿Por qué el CIS falla más que nunca pese a costar el doble que en 2018?
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