El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores demuestra una vez más su doble vara de medir. Condena, con razón, los ataques al Corán y afirma que «la profanación del Corán o de cualquier otro libro considerado sagrado, es ofensiva, irrespetuosa y una clara provocación». El problema es que nunca se escucha declaraciones así cuando son los cristianos las víctimas de ataques que manifiestan odio religioso. Y los hay con mucha frecuencia.
El ex secretario general del PSE-PSOE y portavoz del colectivo socialista Fernando de los Ríos ha manifestado que si estuviera en su mano llamaría a Pedro Sánchez y le instaría a reunirse con Núñez Feijóo sin apriorismos. Sería la mejor manera de apartar al PSOE de las relaciones contaminantes que ahora mantiene con partidos encabezados por un terrorista, un prófugo y un golpista. Con toda probabilidad sus palabras caerán en saco roto.
El presidente del PP catalán puso ayer en el Parlamento regional a Salvador Illa ante una evidencia: con los números de las elecciones del pasado domingo PSC-PSOE y PP tendrían votos suficientes para desalojar del poder a los independentistas catalanes. Fernández propone a Illa que el PSOE ceda el poder en Madrid a la mayoría del PP y él ofrece apoyar al PSC en las próximas elecciones. Se lograría así relegar a un independentismo que ha salido golpeado de las urnas, en lugar de revitalizarlo como sería el caso si su apoyo es crucial para gobernar. La respuesta fue el silencio porque en este PSOE el único objetivo es que Sánchez esté sentado en Moncloa.
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