El exministro de Sanidad tiene mucho que explicar sobre la orden que dio para que el director del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) incluyese a la empresa de la trama Koldo en las beneficiarias del megacontrato de 2.500 millones de euros que se cerró con varios proveedores. Illa lleva mucho tiempo refugiado en la política catalana, con su cabeza como la de un avestruz. Pero no puede seguir esquivando responsabilidades.
El exvicepresidente del Parlamento Europeo compareció el viernes en su primera rueda de prensa desde que fue víctima de un atentado terrorista el pasado 9 de noviembre y señaló con sólidos argumentos su absoluta certeza de que la mano detrás de la bala es la del régimen teocrático de la República Islámica del Irán, pista que El Debate señaló desde la misma mañana del atentado. La aparente buena forma del político catalán es causa de alegría generalizada.