No es bueno acostumbrarse a que las mentiras de Sánchez no tienen consecuencias. El número de bulos que pronuncia desde el Congreso de los Diputados es creciente. Este miércoles se ha atrevido a decir a Alberto Núñez Feijóo: «Usted me ha preguntado por si defiendo o no la democracia (...). Y quiero recordarle una cosa, señoría: entre usted y yo, solo uno ha sido elegido al frente de su partido con el voto de la militancia». Tal vez se refiriese a Núñez Feijóo, que obtuvo el 98 por ciento de los votos emitidos por los casi 3.000 compromisarios con derecho a voto en el congreso del partido en que fue elegido el presidente del PP.
La presidente del Congreso se puso a sí misma en evidencia intentando quitar la palabra al presidente del Partido Popular por hablar de las víctimas de ETA en lugar de la inmigración. Con tono indignado, Núñez Feijóo afirmó: «Señoría, el presidente habló sin límite de tiempo sobre la dignidad de las personas que entran en España. Yo tengo derecho a hablar de la dignidad de los españoles asesinados por ETA. Tengo derecho y lo voy a hacer». Y a Armengol no le quedó más remedio que plegarse.
La presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo pronunció ayer un discurso de poco más de tres minutos en la Conferencia Internacional de Víctimas del Terrorismo que se celebra en Vitoria. Su asociación representa a más de 4.800 víctimas, pero no ha sido invitada a participar en ninguno de los paneles y sólo ha podido hablar desde el patio de butacas. E hizo una pregunta que dejó helados a los asistentes: «¿En sus países se celebran homenajes a los terroristas en plena calle cuando salen de prisión o cuando son las fiestas de alguna localidad? En España sí».
comentarios