Tiene delito que el ministro Óscar Puente vaya a presentar un libro titulado Bulos, manual de combate y suelte allí el bulo de que una cena supuestamente organizada por la presidente del Gobierno Regional de Cantabria junto a todos los presidentes autonómicos, para compartir mesa con el presidente del Gobierno el pasado jueves en Santander, había sido frenada por el propio Partido Popular desde Madrid. Es decir, por Núñez Feijóo. Hasta Moncloa ha salido a desmentir el bulo.
Por fin el ministro de Justicia ha espabilado un poquito y no ha ratificado las denuncias del presidente del Gobierno sobre una supuesta connivencia entre el poder judicial y el Partido Popular. Por ahora el ministro de Justicia ha dicho que hay que confiar en la Justicia. Qué menos dirá cualquiera. Pero cuando desde sus socios independentistas se ataca a la misma Justicia, Bolaños no dice nada. Al menos es un paso en la dirección correcta.
La presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial ha respondido con dureza a las palabras del presidente del Gobierno cuando éste ha acusado a los jueces y el PP de tener connivencia y de jugar con las cartas marcadas. Perelló, que no se caracteriza por ser una juez «de derechas», afirma que «tal forma de proceder menoscaba la confianza de los ciudadanos en la Justicia, causando con ello un grave daño institucional». Más claro, el agua.
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