Lo menos que puede pedirse a la televisión pública es que intente aparentar cierta objetividad sobre los asuntos de actualidad y sobre los que rememora. La actuación de TVE y su periodista estrella de la hora presente al rememorar el quinto aniversario del comienzo de la pandemia —según la fecha en que el Gobierno Sánchez admitió lo que era evidente— ha sido uno de los mayores ejemplos de sectarismo. En el prime time se emitió ayer un especial con el único objetivo de atacar a la presidente Isabel Díaz Ayuso. Las víctimas de la covid eran lo de menos.