De acuerdo con la empresa pública Ineco, la ¿favorita? de José Luis Ábalos rellenó «directamente» sus horas trabajadas con sus claves personales. Quizá por eso figuraba en los sistemas de la compañía que Jessica Rodríguez nunca faltó a trabajar a pesar de que ella misma reconoció que cobró de esta empresa sin dar ni golpe. Resulta evidente que ella le echó 'morro' al asunto, pero los 'padres' de esta mamandurria están mucho más arriba. Urgen dimisiones y menos encogimiento general de hombros.