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Apuntes de nuestra historia desde la época contemporánea

Los últimos acontecimientos de estos días me indican el hacer una llamada a la cordura y a tomar decisiones, no pensando en uno mismo o en tal partido político, sino en el bien común de todos los españoles y en la inquebrantable unidad de España

Se suele considerar como el arranque de la historia contemporánea de España, el inicio de la Guerra de la Independencia, que aconteció en 1808. Creo que los momentos más relevantes fueron los siguientes:

Carlos IV (1788-1808), la Guerra de la Independencia, que finalizó en 1814, las guerras en Hispanoamérica, que trajeron la independencia de países como Argentina, Chile, Perú, Venezuela y Uruguay, Fernando VII (1814-1833), Isabel II (1833-1868), transición democrática (1868-1874), vuelta de los Borbones (1875-1931), periodo de Franco (1939-1975), Juan Carlos I (1975-2014) y reinado de Felipe VI, desde 2014.

Viendo este resumen de los principales acontecimientos y periodos de la historia contemporánea de España, lo primero que es fácil de pensar es que en estos más de 200 años, salvo algún periodo de tranquilidad, se vivieron muchos periodos muy convulsos y de continuos sobresaltos, con guerras traiciones, levantamientos, etc. y siendo una realidad que el periodo más tranquilo y fructífero para los españoles fue la época en que el poder lo encarnó Franco, que duró unos cuarenta años, y la Monarquía Parlamentaria, que arrancó con Juan Carlos I y que duró también unos cuarenta años.

Podría detallar cada uno de los periodos indicados de nuestra historia, pero me llevaría mucho tiempo y no es el lugar adecuado este artículo. Sólo haré mención, que con independencia de qué sistema se emplee para dirigir los destinos de una nación, no cabe duda de que por fin, en la época de Franco, toda España, sin excepción, se puso a trabajar para el bien común de todos los españoles, fructificando en una España de gran desarrollo industrial, turístico y una gran confianza de ser españoles y consiguiendo, por primera vez, una clase media fuerte.

Entendiendo que pueda haber críticas de todo tipo de ese periodo de España, no cabe duda que la situación al desaparecer Franco dio lugar a un periodo de transición que por su ejemplaridad en todo el pueblo español llevó nuevamente a la Monarquía a la Jefatura del Estado en un sistema liberal y democrático.

La Monarquía parlamentaria, encarnada por Don Juan Carlos I a título de Rey, supuso una gran época para España, no sólo por cómo se desarrolló internamente, sino por el gran espaldarazo que fue para España irrumpir en el concierto internacional y ocupar un destacadísimo lugar, privilegiado diría yo, en toda la América de habla hispana. Quiero aprovechar estas líneas para agradecer al Rey Juan Carlos I su enorme contribución durante esos cuarenta años y el haber sido el mejor embajador que podríamos haber tenido.

Ahora, en esta Monarquía Parlamentaria, la Jefatura del Estado la encarna su hijo, Felipe VI, que le está tocando vivir unos momentos muy difíciles en los que vaivenes políticos, acuerdos increíbles entre distintas fuerzas políticas, etc., nos han llevado a tener un Gobierno apoyado y sostenido por comunistas, separatistas, independentistas y terroristas que buscan la desaparición de la España que conocemos como una gran nación, para imponer una especie de reinos de taifas, encarnados por varias repúblicas interiores, cuyas cabezas más visibles parece que serían: Cataluña, las Provincias Vascongadas, Galicia, España (una más), posiblemente Andalucía y quién sabe cuántas más. No se puede consentir que esta locura se lleve a la práctica y por eso es muy importante, tomemos todos conciencia, con independencia de ideologías, la necesidad de preservar a ultranza la Constitución y la figura del Rey en la cúspide de la Jefatura del Estado. Creo que España está en un momento muy peligroso, ya que tenemos un Gobierno que es tal por los acuerdos con todas las fuerzas que quieren destruir a nuestro país. No viene mal recordar, porque a veces la historia se repite, que en la Guerra Civil todos perdimos, de una manera o de otra, la vida, la infancia, la libertad, la ilusión, la esperanza y la decencia.

Los últimos acontecimientos de estos días me indican el hacer una llamada a la cordura y a tomar decisiones, no pensando en uno mismo o en tal partido político, sino en el bien común de todos los españoles y en la inquebrantable unidad de España.

  • José Martín Cinto es licenciado en Ciencias Físicas