La 'cumbre' de la magia

Cuánta magia en tiempo de crisis y qué grande llega a ser la marca España. Digo magia porque no se puede argumentar «razón» a la fatalidad que nos asiste en la sombra.

Madrid se consolida tras la cumbre de la OTAN como la capital europea, ciudad y país que confiere confianza; una confianza que no se proyecta en la seguridad que el Gobierno de coalición debiera brindar a tan meritorio país.

Tras la pérdida de Andalucía, el Gobierno ha asimilado su propia «Carta Magna Simanquiana»: «Nosotros somos los que gobernamos el país».

Y es cierto.

La semana siguiente al exilio del feudo del PSOE en el sur, el Gobierno acometió su plan estratégico para paliar una España en quiebra técnica. No lo pareciera ante el éxito absoluto de la cumbre de la OTAN en Madrid...pero, a pesar de las fotos de galería y los acuerdos, España se vuelve a quedar quebrada.

Quebrados moralmente. ¿Estamos ante un buen vasallo y un mal señor?

Y aquí tenemos la verdadera magia ejemplificada: la dimisión del máximo responsable del Instituto Nacional de Estadística es un fraude a la transparencia de nuestras instituciones, al igual que la demanda y necesidad de elevar a Europa la queja de muchos jueces ante el intervencionismo del Gobierno en el Poder Judicial.

El otoño nos traerá todos los sonidos de sirenas y luces rojas que ahora queremos enmascarar con un sol cegador que nos tapa el camino de salida hacia una esperanza para nuestro país, para esos jóvenes a los que la propaganda les vende que tienen de todo; para nuestro futuro.

Hay que ejercer una 'ocupación real' por atender a una economía precaria, inflacionista, especulativa, generadora de desempleo y miseria. El ejecutivo está dedicado a la absorción pública de Indra, a la salvaje dogmatización de los libros de texto, a una reforma legal para renovar el Constitucional, entre otras muchas más cortinas de humo.

Los poderes económicos y mediáticos siempre han existido y existirán. Ahora son pájaros negros para el Ejecutivo; pero fueron blancos y portavocería del ideario de un Gobierno de coalición. Ahora la magia del presidente saca de la chistera de la Moncloa su inquietud por el deterioro político con Argelia, Marruecos, con Biden... Pero su sonrisa demuestra que está satisfecho.

Todos estos 'mandatarios de Las Meninas', han quedado deslumbrados por el acogimiento de un país a una 'cumbre' en un momento histórico de alto riesgo. Pero desconocen que, al mismo tiempo, es un país donde el asalto a la propiedad privada se tolera, se permite: 'la Okupa marca', se permite la exaltación de terroristas, de nacionalistas que quieren destruir el valor constitucional de nuestro país –ese país que acaba de deslumbrar a los poderosos del globo–, donde se violan los valores democráticos con signos despóticos del propio Gobierno, donde miembros de su coalición se manifiestan contra decisiones tomadas en la misma OTAN con el aval del propio Gobierno al que pertenecen... y, ¿esto es magia o pájaros negros sobre la Moncloa?

Abraham Lincoln dijo: «Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo».

Después de esta puesta en escena... ¿de verdad estamos en recesión? ¿Pudiéramos estar en la antesala de una Gran Guerra? ¿Realmente hemos avanzado?

A los primeros que tiene que pedirles un acuerdo de país es a sus socios y parte de sus propios ministros.

Al menos, parece que Biden se fue satisfecho de los anfitriones. Al menos España vuelve a estar presente con su imagen eficiente ante el evento.

Ironías de la vida, me pregunto qué pensará Putin, qué sucederá con la crisis con Argelia, con la inflación y con la vida, señor presidente... Esa vida que está fuera de la magia de las fotos de galería.

• Pedro Fuentes es humanista y ensayista.