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TribunaJosé F. Martín Cinto

El Valle de los Caídos

En España se vivió cómo los milicianos comunistas, fusilaban el Monumento al Sagrado Corazón de Jesús y el jefe de gobierno hizo la declaración de que España había dejado de ser católica

Estamos viviendo estos últimos años, de la mano de un gobierno Frankenstein, unos ataques y casi definitivas conclusiones yihadistas a la europea: cómo se bombardea y derriba sin más la maravillosa Cruz que preside el Valle de los Caídos, que como todos sabemos fue inaugurado el 1 de Abril de 1959, por el entonces jefe del Estado español, Don Francisco Franco Bahamonde.

A raíz de la llamada Memoria Democrática, se puede constatar que el papel lo aguanta todo, porque no he visto más y más justificaciones torticeras, exentas de verdad y con un odio que rezuma, en todo lo que se escribe al respecto y que solamente busca el derribamiento de la Cruz del Valle de los Caídos.

Durante la desastrosa última República Española, sin duda, causante principal de que los españoles desembocáramos en una guerra civil, hubo una persecución a los católicos en España, que ríete de los mártires en la época de Nerón. Podría detallar con miles y miles de datos y testimonios, lo que estoy asegurando, pero a estas alturas, no hace falta, porque son hechos , que han llevado a los altares, a varios miles de mártires españoles, que murieron al grito de: ¡Viva Cristo Rey!, frente a los pelotones de fusilamiento integrados por comunistas y anarquistas. Para terminar con el tema de los desmanes del gobierno de frente popular, que se apoderó de nuestra patria, quiero dejar claro, que la guerra civil, no fue una confrontación más, entre facciones enfrentadas políticamente, como derechas e izquierdas, no, la guerra civil fue una consecuencia del hartazgo de toda gente honrada y de bien, sin aspiraciones a ningún tipo de partido político que dijeron ¡basta! a tanta barbaridad, a tanto interés en imponernos el comunismo ruso en España, etc. Además creo y estoy seguro que para España, la guerra civil, la ganaron los que tenían razón, contra los que no la pueden tener nunca.

En España se vivió cómo los milicianos comunistas, fusilaban el Monumento al Sagrado Corazón de Jesús y el jefe de gobierno hizo la declaración de que España había dejado de ser católica. Pues bien, entre otras razones esos dos ejemplos son suficientes, para justificar la construcción del Valle de los Caídos, que con clara visión, se eligió hacerlo en el Valle de Cuelgamuros, que es un sitio precioso y abierto hacia el infinito desde el punto donde se construyó la Basílica coronada por esa maravillosa Cruz, que recuerda que España es y siempre fue católica. Desde su inauguración hasta ahora, ha sido un lugar de culto, paz y reconciliación.

No voy a dar todo tipo de datos reales que conozco, porque no es necesario, pero sí quiero negar la leyenda negra, que la construcción se hizo a base de castigar y realizar de manera atroz todos los trabajos por los presos del bando rojo, cuando no fue así de ninguna manera y trabajaron de los dos bandos, pudiendo además cumplir las penas impuestas con los trabajos en el Valle. Muchas familias cumplieron sus penas, se rehabilitaron y desde luego el trato no fue nunca discriminatorio para nadie.

Como ese periodo de nuestra historia lo pude vivir en presente, puedo afirmar que la idea que presidió al realizarse esa monumental obra era la de honrar a todos los caídos por los dos bandos y buscar la reconciliación de todos los españoles para nunca dejar de ser lo que siempre fuimos, un pueblo maravilloso que asombró al mundo y llevó nuestra Fe y cultura por todo el orbe. Nunca volver a caer en manos del comunismo internacional, que sólo busca acabar con los verdaderos valores de la humanidad, que desde hace más de 2.000 años están ligados al cristianismo.

Tengo muchas anécdotas preciosas del Valle de los Caídos y la primera es que Francisco Franco, nunca quiso ni impuso que se le enterrara allí, simplemente se consideró a su muerte que sería un honor el hacerlo, por lo que representó en la reconstrucción de España y en la recuperación de nuestros valores fundamentales.

¿Qué ha conseguido este gobierno, exhumando el cadáver de Franco y llevándolo al cementerio del Pardo? Pues únicamente el tratar de conseguir por el odio que siguen albergando unos pocos, que las dos Españas, vuelvan a estar presentes entre los españoles. Esto no se puede consentir y nada bueno podrá traer a nuestros herederos, si no sabemos desterrar esta locura.

Termino estas reflexiones, pidiendo a todos los españoles, sean del signo que sean, que no olviden nunca nuestras raíces, que son las que nos han hecho ser, una gran nación en el mundo. Diferencias de criterio, puede y tiene que haber siempre, pero que no nos nuble el entendimiento, sepamos siempre ponernos en el lugar del otro y defendamos todos, los valores fundamentales de nuestra querida España.

  • José Fernando Martín Cinto es licenciado en Ciencias Físicas