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TribunaJosé F. Martín Cinto

El cambio climático y la Agenda 2030

España va cada vez peor, el pensamiento único y la ideología de género degrada nuestro pasado glorioso como líderes en defensa de la Fe cristiana

En plena época de vacaciones, julio y agosto en el hemisferio norte, estamos asistiendo este año, de una manera especial, a un continuo machaqueo en casi todos los medios de comunicación en todo lo relativo a las altas temperaturas que estamos soportando y las causas principales que las producen. Según estos medios, la causa principal de este fenómeno, que por cierto he vivido ya varias veces a lo largo de mi vida, se debe al cambio climático originado por el hombre en su afán de producir más y mejor todo tipo de cosas y servicios, sin tener en cuenta, ni respetar de ninguna manera, nuestro planeta.

Si echamos la vista atrás, siempre ha habido periodos de grandes cataclismos atmosféricos en la Tierra; baste recordar las glaciaciones, la desaparición de los dinosaurios, etc., pero sin necesidad de remontarnos tan lejos, hace más de 700 años también se produjo una fase muy aguda de subida de temperaturas, que influyó en el derretimiento de una parte importante de los polos de la Tierra. Este fenómeno no se ha vuelto a producir después de la recuperación de esa parte del planeta.

Cuando estaba en la universidad, estudiando Ciencias Físicas, el catedrático de Física Atómica, en una charla coloquio fuera del recinto y a título personal, nos comentó la importancia que tiene para la Tierra, cada cierto tiempo, el incremento en las explosiones normales del Sol porque, debido a ello, aparecería durante un tiempo indeterminado una especie de chepa, para entendernos, que haría que la distancia a la Tierra desde ella fuese un poco menor, lo que produciría, sin duda, importantes cambios climáticos un tiempo indeterminado. No digo que ahora esté pasando ese fenómeno en concreto, pero lo veo como algo mucho más probable de influir de verdad en el clima de la Tierra entera, y no la mano del hombre, que pueda influir de manera tan importante en la naturaleza de toda la Tierra. La semana pasada, en plena ola de calor nunca antes vista según los medios de comunicación, estuve cinco días en Asturias, en el precioso pueblo de Luarca, que sigue tan bonito como cuando veraneaba en él de niño. Todos los días disfrutamos de un sol radiante, no sólo en Luarca, sino en toda esa parte de Asturias, con temperaturas máximas de 27 grados y mínimas entre 12 y13 grados. Con este ejemplo quiero decir que no creo realmente en una influencia tan grande del hombre en el clima del planeta, aunque sí es cierto que es nuestro deber el cuidarlo y no provocar grandes deforestaciones, como por ejemplo la que se está llevando a cabo en la selva amazónica, que es un verdadero pulmón en toda la zona sur de América y que está causando, en determinadas circunstancias, que cataratas como las de Yguazú se quedaran un tiempo prácticamente sin agua.

Este Gobierno, a través de la ideología de género, el pensamiento único y como consecuencia de ello las últimas genialidades de Pedro I el Mentiroso, nos hace sufrir una nueva política errática en materia de energía, que es mala y mal planificada, pero que parece que le sirve al líder para asentarse un poco más en el poder. Sólo la Comunidad de Madrid ha reaccionado contra este disparate poco desarrollado, pero inmediatamente se han lanzado contra esa comunidad, a través de los medios de comunicación, a tacharla de insolidaria, irresponsable y otra cuantas cosas más, sin haberlo estudiado de verdad, antes de ponerlo de manera general en práctica. Ahora bien, ¿se puede tomar en serio a un presidente de Gobierno que considera que el dejar de usar corbata significa un ahorro energético, al tener menos calor y no tener que recurrir tanto al aire acondicionado? Es de chufla, creo yo, el pensar que a los españoles nos vale todo lo que este insigne líder nos proponga. Ha sido un poco vergonzoso que en la visita oficial al Rey en el palacio de Marivent se ponga la corbata y a la salida en el encuentro con los medios al aire libre se la quite. Parece algo propio de Gila en sus mejores tiempos.

Hasta cuándo vamos a tener que soportar un presidente que dice textualmente «que la ley se cumple» mientras por otro lado está desjudicializando la justica; deja que los golpistas estén en la calle con un supuesto indulto, Bildu es socio preferente de este Gobierno y al mismo tiempo declara que su único objetivo es la independencia de las provincias vascongadas con el nombre de República del País Vasco, apoya como grandes benefactores de los andaluces a los presidentes Chaves y Griñán, que han hecho desaparecer más de 600 millones de euros de dinero público con los ERE y que además no se pide que lo devuelvan, porque se han volatilizado, etc.

Antes de terminar, sólo quiero agregar que el Gobierno de Sánchez ha conseguido elevar la deuda de la autonomía de Cataluña hasta los 67.000 millones de euros, lo que representa el 41 por ciento del total de la deuda de las otras dieciséis autonomías más Ceuta y Melilla.

España va cada vez peor, el pensamiento único y la ideología de género degrada nuestro pasado glorioso y siempre como líderes en defensa de la Fe cristiana. Por tanto, con todos los ejemplos expuestos, que son una gota en el océano de malas praxis de este Gobierno, cayendo realmente mal Pedro I el Mentiroso a todo el mundo desde siempre, ¿qué esperamos para que esta especie de plaga que nos ha caído se termine?

Como españoles, seamos de la tendencia política que seamos, tenemos que recuperar la conciencia de que España es una gran nación, con una historia de las más importantes del mundo, sino la más, y no se puede seguir consintiendo que una persona de tan baja estatura en todos los sentidos, menos en su medida corporal, siga al frente nuestro país.

  • José Fernando Martín Cinto es licenciado en Ciencias Físicas