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TribunaSayde Chaling-Chong García

Yo prefiero quedarme para salvar mi patria

Tengan en cuenta que si España cae, tampoco es que queden muchos lugares donde irse, porque eso será el principio del fin de la caída de Europa, del primer mundo, y la democracia occidental

El 1 de Diciembre de 2019, en el Dominical del periódico El Mundo, en las páginas 10 y 11, es decir las páginas centrales de ese dominical, salía un artículo con un título sensacionalista que rezaba así: «El otro negro de Vox antes comunista en la cuba de Fidel», y que presentaba una fotografía de un servidor con dos imágenes en las manos, una de Fidel Castro y otra de Santiago Abascal. Primero decir que yo nunca fui comunista, pero a Héctor Marín, el articulista, le pareció provocativo ese título, y que según me contaron, en aquel momento consiguió el efecto que espera cualquier medio de comunicación al publicar una noticia con un título tan llamativo, y sí, surtió efecto. Aquella pieza recorrió el mundo entero.

En realidad el nombre era una justificación para contar mi historia, una historia que recomenzó un 9 de octubre de 2002 en horas de la tarde, ese día entre gritos, sangre y dolor volví a nacer, deserté de la orquesta con la que había conseguido salir de Cuba, y aquel episodio provocó grandes actos de violencia contra mi persona, por eso digo lo de la sangre y gritos, porque me descubrieron escapando, y el panorama fue muy feo, menos mal, y gracias siempre a la Policía nacional, que literalmente me salvó la vida. Pero esa historia si les interesa se las dejo al final para que la puedan leer. La cuestión es que de aquellos terribles acontecimientos han pasado ya 21 años, años en los que he crecido intelectualmente porque inevitablemente por el adoctrinamiento, tenía algunos residuos socialistas en mi ser que con el tiempo se fueron marchando, gracias a leer, informarme y hablar con mucha gente que terminó de dar la perspectiva que hoy tengo.

Gracias a eso, pude hacerme orgullosamente español, y me da tristeza ver a colegas y amigos, hablando de marcharse porque España va caer en la garras del comunismo, cuando yo nací en la isla cárcel de Cuba, ya no había nada que hacer, ya todo estaba atado, y bien atado, sin embargo desde que en España entramos en esta deriva, a lo largo de este tiempo, hemos dado muestras de mucha resistencia, y arrojo que pensé había quedado para los libros de historia, sin embargo ese espíritu indómito sigue latente en la sangre de los Españoles, y esa sangre pasa por el corazón que bombea todo ese ADN de valientes hasta el mismísimo centro del alma, y eso aviva el espíritu. Por eso la gente en toda España salió y saldrá a la calle a decir que no le van a robar su nación un grupo de suicidas que la odian.

Son tiempos difíciles ciertamente para qué negarlo, pero España ha estado peor, muchas veces esta gran nación se ha levantado de las cenizas, y esta no va a ser la última vez, de hecho hay un largo historial de triunfos y fracasos, porque eso es la vida, caerte y levantarte. Cuando a mí me molieron a palos huyendo del comunismo, hubo un momento en el que perdí las fuerzas, la única que me quedó fue para asirme a un pilón que había en el control de pasaportes, sabía que toda mi vida dependía de aquel simple separador de aeropuerto, y allí resistí aguantado mientras me pegaban, de aquella paliza perdí hasta muelas, y han pasado los años, y recuerdo aquello con una mezcla de tristeza y alegría. Tristeza porque tus propios compatriotas en nombre de una ideología sangrienta que destruye a familias, puedan llegar a tener la osadía de arrancarte la vida, España lo vivió hace no mucho con la Guerra Civil, como entre hermanos llegaron a matarse, y alegría porque ese día literalmente, volví a nacer, y se abrió ante mí un mundo inmenso de posibilidades.

Yo no me voy a ir, primero porque no tengo dónde irme, esta es mi nueva patria, y cuando nací la mía de origen, había sido arrebatada de las manos de hombres y mujeres valientes, en esta ocasión tengo la oportunidad de ser uno de esos hombres que le arrancaron la patria de las manos, y aunque muchos como yo, no vamos a permitir que nos arrebaten a España, les digo, no se vayan, y que cada uno siga luchando desde su trinchera, a veces es agobiante porque creemos que no avanzamos y que cada vez estamos más cerca del abismo, pero la verdad es otra totalmente distinta, como dice Santiago versículo 3: «He ahí una pequeña chispa que puede iniciar un gran fuego» el avivamiento de España ya está aquí, ni globalistas, ni comunistas, socialistas y separatistas la van destruir, antes se destruirán ellos mismos, y les aseguro que cuando venga la ola que los arrastre a sus marianas particulares, España no va a estar ahí, estarán los cobardes que las quisieron destruir, y aquellos que perecieron tratando de salvarla, el resto contemplaremos un nuevo amanecer de libertad y prosperidad. Tengan en cuenta que si España cae, tampoco es que queden muchos lugares donde irse, porque eso será el principio del fin de la caída de Europa, del primer mundo, y la democracia occidental. Por eso marcharse de España, que es una opción plausible y respetable, para mí no es una posibilidad.

Yo prefiero quedarme para salvar mi patria.

Si quieres conocer mi historia la puedes leer aquí https://aiecc.eu/?page_id=1517

  • Sayde Chaling-Chong García es periodista hispano-cubano