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TribunaJosé F. Martín Cinto

Espejismo o esperanza

Merece también la pena, dedicar unas líneas al tema de la inmigración ilegal y solo fomentar aquella que venga a España con la documentación correspondiente, para poder integrarse en nuestro mercado de trabajo

A raíz de los estragos de la gota fría (DANA), en Valencia principalmente y ante la incompetencia, en primer lugar del Gobierno de España, que por cálculo político, no ha sido capaz de tomar el mando desde el primer momento, enviando al Ejército en pleno, como primera medida y en segundo lugar del Gobierno de la Comunidad Autónoma de Valencia, hemos vuelto a ver esa España que tanto añoramos, esa España, solidaria y valiente, que no entiende de banderías y que se lanza a pecho descubierto, en ayuda del que lo necesite en cualquier sitio y en este caso de una parte importante de España, como Valencia. Hemos visto una entrega total sin pedir nada a cambio y que ningún signo de ningún partido político, tuviera vela en ese escenario. Aparte del dolor que se siente, ante tanta desgracia, con pérdidas de vidas humanas que no tenían que haber sucedido y de la destrucción de casas e industrias, que representaban en muchos casos, todo el hacer de familias enteras, durante toda la vida, hemos sentido otra vez, que hay una España que nunca podrá dejar de existir y que en los momentos cruciales, vuelve a aparecer una y otra vez.

Ahora bien , no puedo dejar de preguntarme, como es posible que esta izquierda ideológica y rencorosa, haya anulado El Plan Hidrológico en la zona, no hayan seguido de una manera lógica, con lo ya realizado o documentado en proyectos terminados que duermen en los cajones del ministerio correspondiente y además con el añadido de la incompetencia demostrada de la Confederación Hidrográfica del Júcar, por no hablar de AEMET, que ocupada hoy en día por gente poco preparada, se ha convertido en la más incompetente de Europa.

Con estos mimbres, y un Gobierno central, cuya única preocupación, es que su autócrata presidente, siga en la Moncloa, hemos podido ver en directo, la terrible responsabilidad civil y penal, de que se han hacho acreedores y solo espero, que un poco antes o un poco después, la justicia actúe como corresponde al respecto.

No puedo por menos, que hacer una referencia más al desastre que tenemos en España, pero es de preocupar mucho más, que ante tantas y tantas cosas negativas que estamos viviendo, nos estemos convirtiendo en un País, que empieza a no ser consciente de su historia y lo que es peor, a aceptar la mentira, la desinformación y la corrupción, que se está apoderando de todos los estamentos de esta sociedad, como algo con lo que hay que vivir. Me da una gran pena y solo puedo decir, que de no haber una reacción inmediata, lo vamos a pagar muy caro.

Tengo la sensación, de que a día de hoy, gran parte de la población joven y no tan joven, que están en la plenitud de sus facultades, pasan de la política y piensan que a ellos no les va a pasar nunca nada en esta situación que estamos viviendo. A mi edad he visto de todo, pero quiero hacer referencia especial a que me tocó vivir el resurgir de España, después de la horrorosa II República de España, que desembocó inevitablemente en la Guerra Civil, que afortunadamente ganaron, los que tenían razón, contra los que no la pueden tener nunca.

Ahora, es una situación distinta y más ligada a loa compromisos internacionales con Europa, lo que no quita, para que las generaciones de ahora, den de una vez un puñetazo en la mesa y pierdan el miedo de arriesgar, tanto su libertad como su trabajo y proclamar a su vez al mundo, la condición de creyentes en unos valores que son los que siempre nos han hecho grandes.

El ejemplo de Valencia, es bien claro, cuando han visto la situación y sin que nadie les diga nada, se han movilizado como un solo hombre, sin esperar más y sin ningún tipo de cálculo protector y solo a salvar a compatriotas, a españoles de una situación crítica, que desgraciadamente ha tenido un desenlace de grandes pérdidas humanas en primer lugar y de también enormes pérdidas materiales que han dejado a miles de personas sin absolutamente nada de lo que habían construido durante toda su vida.

Creo sinceramente, que hoy, más que nunca, merece la pena luchar por la unidad de España, la familia, la libertad religiosa, la educación, la sanidad y sin duda la lucha contra el aborto y la eutanasia.

Merece también la pena, dedicar unas líneas al tema de la inmigración ilegal y solo fomentar aquella que venga a España con la documentación correspondiente, para poder integrarse en nuestro mercado de trabajo.

Me pregunto, si alguien duda que entre tanto inmigrante ilegal que asolan nuestras costas, no nos están metiendo jóvenes fuertes y bien preparados que sin duda son de tipo paramilitar o similar, porque a mí personalmente me está pareciendo que es de cajón.

No puedo extenderme más por falta de espacio, pero desde la atalaya de haber vivido muchas situaciones en España, pido a los españoles que no se dejen influenciar con pequeñas dádivas que a la larga y a la corta no van a solucionar nada y que se acuerden de la grandeza de nuestro País, que ahora más que nunca, es necesario llevar adelante sin complejos y con el patriotismo que todos tenemos y que siempre ha sido la salvación de España

  • José Fernando Martín Cinto es licenciado en Ciencias Físicas