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TribunaCarlos Alonso Ausin

Un cambio necesario para aumentar la disuasión

Para que se hagan una idea, durante el primer año Biden, se emplearon millones de horas de trabajo en la instrucción o adoctrinamiento 'woke' en detrimento de la instrucción y de la operatividad

El pasado día 14 comenzaron los llamados ´confirmation hearings´(examen e interrogatorios) por los distintos Comités del Senado a los secretarios (ministros) y altos cargos propuestos por Trump que deben ser confirmados para sus cargos por mayoría del Senado.

Empezó el turno con el nominado para secretario de Defensa, el ex militar Pete Hegseth, y comenzó con unas preguntas y en un tono ciertamente desagradable y ofensivo por parte de los senadores demócratas del Comité de Fuerzas Armadas del Senado. Todo lo contrario que los senadores republicanos, sin fisuras, que hace presagiar que, dada la mayoría republicana en el Senado, pasará la nominación.

Pete Hegseth es un graduado de la prestigiosa universidad de Princeton que entró como oficial de infantería en el Ejército siguiendo el programa R.O.T.C. en dicha universidad, como la gran mayoría de los oficiales americanos, pues la Academia de West Point proporciona solo una minoría de oficiales. Ha servido en la Guardia Nacional y ha participado en acciones de combate durante sus destinos en unidades operativas en Irak y Afganistán, es decir, un veterano de guerra. También se graduó por la Universidad de Harvard y cuando dejó el Ejercito ha dirigido dos asociaciones de veteranos de guerra. Últimamente era locutor de la Fox News, en el programa ´Fox and Friends Weekend´. Está llamado a dirigir el Departamento de Defensa con un presupuesto anual actual de 841.400 millones de dólares y 2.861.000 personas entre militares y civiles.

Su experiencia de combate le hace entender perfectamente las necesidades de las Fuerzas Armadas para la guerra y priorizar estas por encima de agendas políticas en las FAS, como ha sido el adoctrinamiento en la ideología woke, incluyendo el DEI (Diversity, Equity, Inclusion) al que Biden las ha sometido, que ha originado una perdida de moral y un verdadero problema para el reclutamiento que se ha quedado muy por debajo de sus objetivos en estos años de la Administración Biden. La baja de la moral afecta a la operatividad. No son solo palabras, lo confirman los hechos: la retirada de Afganistán fue un verdadero desastre.

El nominado seleccionado por Trump quiere corregir eso y volver a los ascensos por méritos y no por cuotas, volver a la operatividad como prioridad y entregar las capacidades necesarias a las Fuerzas Armadas. Es un cambio necesario para su «Peace through Strength» (Paz mediante la Fortaleza) con objeto de aumentar la disuasión y evitar guerras y conflictos.

En las rondas de preguntas salieron a la palestra unas cuestiones fundamentales para entender la situación actual de las FAS americanas y por qué Trump quiere el cambio profundo. Para que se hagan una idea, durante el primer año Biden, se emplearon millones de horas de trabajo en la instrucción o adoctrinamiento woke en detrimento de la instrucción y de la operatividad.

Los programas de la 6ª generación de aviones de combate van rezagados respecto a China. El gigante asiático ha superado a la US Navy en número de buques de guerra. Estos son solo unos ejemplos de la baja en capacidades de las FAS americanas en los años Biden.

Un apunte final. Como señaló Hegseth en respuestas a Senadores, no está en contra de que las mujeres asuman puestos de combate, sino que es partidario de que las cualificaciones y estándares necesarios para esos puestos sean los mismos independientemente del sexo u otra consideración.

  • Carlos Alonso Ausín es coronel retirado y ex funcionario de Naciones Unidas en Nueva York