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La matemática María Wonenburger, honoris causa del olvido en España y un genio en América

Este 2024 se cumplen diez años del fallecimiento de esta científica tan influyente en el ámbito del Álgebra

A lo largo de su carrera, María Wonenburger nunca se sintió olvidada, aunque lo cierto es que esta matemática que inspiró importantes teorías en el campo del álgebra tuvo que hacer carrera fuera de España e incluso doctorarse en dos ocasiones para que casi al final de sus días fuesen reconocidas sus aportaciones en el ámbito científico.

Este 14 de junio se cumplen diez años del fallecimiento de esta investigadora matemática que nació en Oleiros (A Coruña), inicio sus estudios en Madrid y los terminó en América gracias a una beca fullbright, donde se quedó a trabajar en distintas universidades de Canadá y los Estados Unidos.

Allí dirigió las tesis de algunos de sus alumnos e inspiró bajo su tutoría hallazgos importantes como los álgebras de Kak-Moody (Robert Moody fue el primer alumno al que dirigió su doctorado). Todos sus alumnos han hablado maravillas de ella y, sobre todo, destacaron su capacidad de observación, para ver más allá de lo que ya se había investigado.

Participan en este podcast su sobrino, César Wonenburger, gracias a quien nos hemos podido acercar un poco más a quién era María Wonenburger como persona. También están presentes los relatos de Ana Dorotea Tarrío Tobar y María José Souto Salorio; ambas profesores de matemáticas en la Universidad de A Coruña y que acaban de publicar una biografía sobre María Wonenburger.

A María Wonenburger casi todos los reconocimientos le llegaron en sus últimos años de vida. En 2006 se crea el premio 'María Josefa Wonenburger Planels'. Un año después la nombran socia de honor de la Real Sociedad Matemática Española. En 2010, la Universidad de A Coruña le concede la distinción de Doctora Honoris Causa.

Pero, tal y como reconoce su sobrino César, «ella no lo vivió como ningún drama, sino como una circunstancia más de su vida» aunque «como a nadie le amarga un dulce, cuando le viene esa perita de los reconocimientos pues ese legítimo orgullo sale».