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En regiones del Gorgol la prevalencia de esta práctica alcanza a cerca del 90% de las niñas y jóvenes.Manos Unidas

El trabajo de la Iglesia para que la mutilación genital femenina pase a la historia

Esta práctica ancestral afecta al 90 % de las niñas y jóvenes en algunas zonas de Mauritania. Manos Unidas trabaja sobre el terreno con su socio local para terminar con este estigma físico, social y cultural

Tal y como se desprende del estudio realizado por el Ministerio de Asuntos Sociales de Mauritania, las principales causas para justificar la Mutilación Genital Femenina (MGF) son, entre otras la religión, detrás del 35% de los casos; el control de la sexualidad, con el 16%; el cumplimiento de la norma social, con casi  un 15%; y una cuestión estética o de salud e higiene que suman  6% y 4% respectivamente.

La organización católica Manos Unidas, a través de su socio local, Citoyennes et Citoyes Débout, lucha para «contrarrestar el argumento cultural que perpetúa esta práctica», como explican en su página web. Para llevar a cabo esta transformación, Manos Unidas y su socio en Mauritania, cuentan con jóvenes que han sufrido la ablación genital para difundir en redes sociales sus testimonios. 

Estas medidas, de tradición ancestral en el país africano,  persiste, en buena parte, por la falta de conocimiento de sus efectos dañinos en la salud de las niñas; el desconocimiento del marco legal en Mauritania; las creencias religiosas y culturales; la falta de acceso de las niñas y jóvenes a la información sobre la MGF –desde el marco legal que las ampara hasta la opinión de médicos y matronas y académicos en el islam–; el tabú que sigue siendo la sexualidad en el ámbito familiar y escolar y la escasa participación real en los espacios públicos de las mujeres y jóvenes.

Una joven cuenta frente al centro del socio local de Manos Unidas su testimonio para las redes socialesManos Unidas

Cuando el periodismo puede salvar vidas

En regiones del Gorgol, del Brakna y de Nouakchott norte y sur, la prevalencia de la ablación, alcanza a cerca del 90% de las niñas y jóvenes. Lo paradójico es que suelen ser las propias mujeres las que someten a sus hijas y nietas a esta práctica, convencidas de que así debe ser por «mandato religioso».

Manos Unidas , a instancia de Citoyennes et Citoyens Débout, ha puesto en marcha un programa que, desde un enfoque legal, religioso y sanitario, está abordando la lucha contra la MGF desde diferentes aspectos. En primer lugar, fortaleciendo las capacidades y la resiliencia de mujeres jóvenes, a quienes se está formando en técnicas de comunicación periodística para que puedan movilizar a la juventud, acceder a las familias y generar cambios de comportamiento y de mentalidad sobre sobre esta práctica. 

A su vez, quieren promover un cambio de mentalidad en las autoridades y en la sociedad civil por medio de campañas de educación en escuelas secundarias para desposeer el criterio ritico de la mutilación genital femenina. Con este fin, pretenden sensibilizar a todos los agentes de poder de la sociedad mauritana: de los patriarcas a los medios de comunicación, pasando por las instituciones públicas y religiosas.