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Según el el Informe Global de Trata de Personas 2020, hubo en el mundo 50.000 víctimas de trataPexels

Cáritas atendió a 3.202 mujeres en contextos de prostitución solo en 2020

En el Día Europeo contra la Trata de Personas, la institución de la Iglesia pone el foco en una realidad camuflada en nuestro país

En el Día Europeo contra la Trata de Personas , la prostitución en nuestro país sigue siendo un tema tabú. Solo en 2020, durante lo peor de la pandemia, 3.202 mujeres fueron atendidas por Cáritas. De ellas, 1.724 han sido acompañadas en los centros de atención y 1.511 han sido contactadas a través de las visitas a pisos, clubs, asentamientos o en la propia calle.

Desde hace años, la institución católica cuenta con un servicio específico de atención a las víctimas de trata con fines de explotación sexual, donde han podido detectar que del total de mujeres apoyadas el 27% de los casos vivía una situación de explotación sexual (927 mujeres).

Si se tienen en cuenta los datos de identificación formal realizado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el porcentaje es mucho menor, de 58 mujeres. Es decir, solo el 1,7 % de las mujeres acompañadas por Cáritas han sido identificadas formalmente, frente al 8% en las que la institución de la Iglesia católica encuentra indicios de una situación forzosa en el ejercicio de la prostitución. Para la confederación de las distintas Cáritas diocesanas, esto revela la urgencia de acometer un análisis y puesta en marcha de nuevos mecanismos de identificación de las víctimas de trata.

La falta de formación, las deudas contraídas durante la movilidad entre países o el aislamiento, son algunas de las causas que Cáritas denunciaEFE

Deudas, aislamiento e invisibilidad

En el contacto estrecho con las mujeres en esta situación, Cáritas ha remarcado que la mayor parte de ellas son presa de un flujo migratorio con fines sexuales, que están endeudadas, y que la mayoría residen en su lugar de trabajo, con las consecuencias psicológicas que esto implica, limitándolas a la hora de establecer relaciones sociales fuera del mundo de la prostitución.

A su vez, hay un sistema de rotación continuo, destinado a evitar crear vínculos que puedan ayudarlas a salir de la calle. La mayor parte de ellas, señala Cáritas, cuentan con escasa formación o dificultades en el idioma, lo que les dificulta el poder acceder al mercado laboral, agravado ya de por sí por su situación irregular e invisibilidad administrativa a efectos de cotización en la mayor parte de los casos. 

Otro de los elementos destacables para la entidad caritativa de la Iglesia es la proliferación de pisos de citas, que con el cierre de los clubes durante el confinamiento, se han ido multiplicando exponencialmente, dificultando el acceso y ayuda de los agentes sociales. 

Un acompañamiento integral

Un año más, Cáritas ha mostrado su preocupación  por la lentitud del procedimiento penal y administrativo en éstos procesos, lo que entra en conflicto con las necesidades de las mujeres que desean y no pueden, reconstruir su vida.

Un acompañamiento integral, que vaya en línea con lo propuesto por el Papa Francisco para erradicar la trata de la economía, es básico para este colectivo en máximo riesgo de exclusión. 

Luces de neón en un clubPexels