Clases por la radio: el proyecto educativo de los agustinos en el Amazonas

Los agustinos de Iquitos han cogido el guante del Ministerio de Educación de Perú con el programa Aprendo en Casa. 7.000 familias, cerca de 26.000 estudiantes, van a formar parte de una experiencia piloto de formación complementaria a distancia. Contar con un receptor de radio en los hogares, a lo largo y ancho de los ríos y de la zona amazónica, donde no hay otra forma de comunicación –ni televisión, ni internet–, puede significar una importante diferencia para muchos alumnos.

A día de hoy, los agustinos están trabajando en la manufacturación de 7.000 aparatos de radio para que la población infantil y juvenil de Iquitos pueda continuar con sus estudios. Se están fabricando en la propia selva amazónica, utilizando elementos reciclables y energía solar para su funcionamiento. Cada aparato tiene un coste aproximado de 20 euros. El agustino Miguel Fuertes nos lo explica. 

Las ondas que traen buenas nuevas

Aunque el proyecto está cuadrado desde el ámbito comunicativo, una herramienta tan poderosa como es la radio, pretende incidir también en ámbitos como la sanidad, pues se había detectado que al inicio de la pandemia las comunidades rurales más alejadas no tenían claves para la relación, prevención, higiene y cuidado de los enfermos. A su vez, se espera fortalecer la labor pastoral, asistencial y evangélica en el Amazonas peruano.

Por eso, el proyecto no contempla solo fabricar radios, sino mejorar la señal de audio para que llegue con fuerza y nitidez a todos los lugares de la selva, especialmente al territorio del Vicariato Apostólico de Iquitos. Para lograr esto, dicen desde la Orden de San Agustín, de misión en la zona desde hace décadas, hay que añadir más potencia a los transmisores y mejorar la antena de radio La Voz de la Selva, emisora de la Iglesia católica que funciona en aquella parte de la Amazonía desde los años 70 del siglo pasado.