14 PUNTOS QUE DESGRANAN LA IGLESIA EN ESPAÑA
Cardenal Osoro: «Es absurdo legislar la muerte»
Hablamos en la redacción de El Debate con el cardenal, arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, Carlos Osoro, sobre los principales asuntos de la Iglesia en nuestro país
Una vida de entrega. Así define el cardenal Osoro su labor pastoral en nuestro primer encuentro con el diario El Debate. Por espacio de una hora, despachamos con el arzobispo de Madrid los principales asuntos que atañen a la Iglesia en España, con el fin de tener una visión panorámica de la realidad de los católicos hoy. Le preguntamos por la prostitución, el aborto, la eutanasia, la pobreza, la falta de vocaciones y la situación actual de las fundaciones vinculadas a la archidiócesis de Madrid. Abordamos la búsqueda del sentido y del rol de los laicos y los jóvenes en el este proceso sinodal que acaba de arrancar.
1. Vida sacerdotal
–Va camino de 49 años de ministerio sacerdotal. ¿Cómo se siente?
–Feliz. A gusto porque he querido poner mi vida al servicio de la Iglesia y así me lo han pedido en los diversos lugares en los que he estado. Primero, en mi diócesis de origen, Santander, y después en cuatro diócesis distintas, muy diferentes. Orense, Oviedo, de arzobispo, Valencia y ahora Madrid. Me siento feliz y eso que dicen los jóvenes: `me siento realizado´.
2. Memoria histórica
–A propósito de la ley de Memoria Democrática, usted publicó un tuit a propósito de toda la polémica suscitada en torno a la comunidad benedictina del Valle de los Caídos. Usted ha vivido la transición, en un contexto complejo para España, ¿qué valoración hace del repensamiento histórico actual?
–En primer lugar, yo diría que los monjes han cumplido aquello a lo que se comprometieron: rezar por la reconciliación de todos los españoles. Eso en primer lugar. En segundo lugar, respecto a lo que se está haciendo ahora con la memoria histórica… Tenemos que hacer memoria en serio, asumiendo todas las consecuencias.
3. Búsqueda de sentido
–La facultad de Teología de la Universidad Eclesiástica San Damaso, de la que usted es Gran Canciller, acaba de cumplir 25 años. El otro día, en Encuentro Madrid, Javier Prades, su rector, decía que «lo más radical en el hombre es preguntar». ¿La búsqueda de sentido, la pregunta por la existencia de Dios está opacada hoy en día en nuestra sociedad?
–Es verdad que a Dios se le quiere arrinconar. El intento de marginar a Dios es grande. ¿Qué puede hacer la Iglesia? Pues mira, yo te respondo con la carta que he escrito este año, titulada Dame de beber y que responde a un comentario sobre aquel encuentro de Jesús con la samaritana. En el ser humano existe sed de sentido. En los propios jóvenes hay mucha sed y lo que tenemos que ofrecer es un agua viva que quite esa sed. La Iglesia puede ofrecer a Jesucristo, que es un camino de realización plena del ser humano que no mira solamente para sí mismo, sino mira para todos los demás. Hay sed en los jóvenes, hay sed en los más ancianos, que no sobran en este mundo; en los que viven la enfermedad… Hay sed en todos los hombres. La Iglesia oferta una manera de ser, de vivir y de comportarse en este mundo que a mí me parece que tiene una fuerza indiscutible.
4. Prostitución y acompañamiento
–Cáritas informó hace unos días que 3.202 mujeres, solo en 2020, estuvieron en contextos relacionados con la prostitución. Viendo que el pasado domingo el Gobierno se comprometió a abolir la prostitución en España, ¿qué valoración hace de esta medida?
–Me parece que es fundamental. No solamente tenemos que fijarnos en el ámbito exclusivamente legal, en el decreto, sino en cómo ayudamos a que una mujer no tenga necesidad ni de recurrir a entregar su cuerpo ni a que la utilicen, ni a que se vulnere su dignidad. La Iglesia está trabajando desde hace muchísimos años en ese mundo y siempre, subrayo lo de siempre, se ha posicionado en contra. Han nacido congregaciones, como las Oblatas, que trabajan exclusivamente en hacer posible que no caigan en las redes de trata y ayudarlas cuando están en manos de gente que busca sacar dinero a costa de ellas.
5. Pobreza en España
–Por otro lado, las cifras aportadas en el informe Análisis y Perspectivas 2021 respecto a la pobreza en España indican que 11 millones de personas, 2,5 millones más que hace tan solo tres años, están bajo el umbral de la pobreza. ¿Dónde debe poner el foco la Iglesia para que uno de cada cinco hogares españoles salga de esta situación?
–En el trabajo principalmente. En la búsqueda de un trabajo digno para que puedan tener lo necesario para vivir. La defensa de la familia se hace también entregando ese trabajo. Para nosotros, la familia cristiana tiene un valor, una fuerza especial, en la transformación de la sociedad. Hay que dotarlas de los medios necesarios para que puedan tener acceso a una vivienda que no sea un reducto minúsculo donde no puedan vivir. Es responsabilidad del Gobierno, porque al final la pobreza recae fundamentalmente sobre las familias, con las consecuencias que trae consigo: malvivir, destrucción de los lazos comunitarios… Tenemos que entrar en la construcción de la dignidad de la persona humana. A mi modo de ver, Cáritas Madrid y el resto de Cáritas diocesanas están haciendo algo al respecto, trabajando en la calle, ofreciendo talleres para los que viven en una situación de marginalidad, donde los chicos, en muchas ocasiones, caen en ella porque la familia no dispone de los medios necesarios para subsistir.
6. Pandemia, recaudación y asistencia
–En la última memoria de actividades de la Iglesia, que recoge los datos de 2019, es palpable que la aportación voluntaria de los fieles sigue siendo fundamental para la Iglesia española en su sostenimiento. Después del 2020 que hemos vivido, donde los templos han estado cerrados por espacio de tres meses y con una limitación del aforo, ¿teme que los números de la próxima memoria vayan a ser ostensiblemente más bajos que en los años anteriores, con lo que puede suponer para la labor asistencial de aquellos que más lo necesitan?
–Las personas saben perfectamente quién ha estado con ellos, quién les ha ayudado, quien les ayuda, quién está siempre en el camino de sus vidas cuando hay alguna necesidad. Los más pobres lo saben perfectamente y los que tienen más dinero también lo saben. Y saben lo que tienen que hacer. Yo espero que como ha sucedido siempre en España, viendo el trabajo que hace la Iglesia, que no vive para sí misma, sino vive para los demás y para propiciar la dignidad de todas las personas, que sigan haciendo la misma entrega generosa que han hecho siempre. España es un país generoso.
7. Aborto
–La ministra Irene Montero defendía que la objeción de conciencia «no puede ser un obstáculo. El Papa Francisco tildó esta práctica de «homicidio». ¿Cómo se construye un camino de diálogo ante dos posturas cada vez más enconadas?
–La cuestión de la vida no se discute. Por lo menos para mí. Yo afirmo y defiendo la vida. No puedo estar con la muerte. Desde que se inicia la vida, hasta que Dios nos llama, hay que defender esa vida que no es mía sino un regalo de Dios. Esta es la posición clara que debemos tener los cristianos. Ahora bien. Tenemos que ayudar a todas esas asociaciones que trabajan en este ámbito. Pero también que nazcan desde el germen mismo del Evangelio. No deben ser asociaciones ideologizadas del tipo que fuere. Hay que defender el trabajo que nace en el seno de la Iglesia y que se hacen convencidas que el dueño de la vida es Dios y que no hay más dueño de la vida que Dios. Es verdad que en una sociedad, como decía antes, que ha arrinconado a Dios, a veces parece que los dueños somos nosotros. Pero tú no eres dueño de nada. Eres tan solo un pobre hombre que está al pairo de las circunstancias. Hace falta pensar muy poco para descubrir que no somos dueños de algo tan importante como es la vida.
8. Eutanasia y cuidados paliativos
–La Sociedad Europea de Cuidados Paliativos recomienda dos unidades destinadas a este tipo de cuidados cada 100.000 habitantes, España está en 0,6. ¿Cómo se puede legislar a favor de la muerte sin haber puesto antes todas las medidas para salvaguardar la vida?
–Estas legislaciones son absurdas. Hay que poner todas las medidas para salvaguardar la vida. Lo más fácil es matar, pero es lo menos humano. Ya no digo cristiano, que, por supuesto no lo es, sino lo que no es humano es eliminar vidas. ¿Por qué no ponemos todo lo necesario para cuidar la vida? El Señor nos ha puesto en este mundo para hacer vivir. En ese sentido, los cuidados paliativos son fundamentales.
9. El papel de la Iglesia en Europa
–Samuel Huntington primero, en su obra Choque de las civilizaciones y Bruce Bawer después, en Mientras Europa duerme, alertaron hace décadas de los riesgos en los que se podía incurrir si no conocíamos adecuadamente los nuevos credos que acogíamos y las tensiones que esto iba a suponer entre el modelo occidental y otros modelos. ¿Cuál es el reto de la Iglesia en la Europa actual ante un contexto cada vez más multicultural y sin una política migratoria común?
–Ser Iglesia de verdad. Hay que ser germen de vida, alentar la fraternidad y fortalecer el compromiso para que los que más lo necesitan no estén al margen, sino todo lo contrario: que estén en el centro. Tenemos que atender a todo aquello que Jesús nos ha regalado. La Iglesia es profecía en este mundo, y esto es lo que dice el primer punto de Gaudium et spes, lo que se concluye después del Concilio Vaticano II. La Iglesia tiene que estar presente en este mundo, siempre. Es una fuerza de bien, de verdad, de vida, de justicia, de fortaleza… Para eso nos ha constituido Dios como pueblo que camina en medio de las tensiones y de las dificultades del mundo. En cualquier caso, hace falta que recemos bien, empezando, por ejemplo, con el Padrenuestro, que nos recuerda que Dios es padre de todos los hombres. Algunos esto no lo saben, no se han enterado de que tienen un padre. Y otros lo han convertido en una ideología, pero los cristianos sabemos que tenemos un Dios que es padre, lo que supone que todos los que tengo a mi alrededor son hermanos míos. Es urgente caer en esto.
No se pierde la identidad cuando tú vas buscando hacer el bien
Porque al saberlo, establecemos un diálogo con todos los hombres y con todas las religiones. No se pierde la identidad cuando tú vas buscando hacer el bien. El Papa Francisco es un profeta y en Fratelli tutti nos explica de verdad ese sentido de fraternidad y paternidad. Lo vemos en la parábola del buen samaritano, que no se queda indiferente hacia la persona que está tirada, sino que se acerca, la mira, la cura, la rehabilita… Se hace cargo de ella y le presta lo que tiene, llevándola a un lugar donde pueda restaurarse. Esta es la gran tarea. Cuando los cristianos sabemos hacer esto, no hay miedo a nada.
10. Abusos y transparencia
–Repara, la oficina para atención de abusos de la archidiócesis de Madrid, pionera en España, detectó 75 denuncias en 2020. La mayor parte de ellas vinculadas al ámbito doméstico. En la entrevista a Miguel García Baró, su director, nos decía que se estaban distribuyendo materiales a las parroquias y que se quería implementar un sistema formativo para la prevención desde el primer año de los seminaristas. ¿Se han distribuido ya estos materiales y comenzado esa labor de formación? ¿Cuántas diócesis tienen ya estas oficinas constituidas y operativas?
Se están haciendo y se están preparando las formaciones en los seminarios. Queremos sacarlo, pero haciéndolo bien. En todos los sitios hay ya un espacio habilitado por si alguien tiene que hacer una denuncia. En cualquier caso, tengo que decir que Madrid es la oficina que más ha avanzado en este sentido y, de hecho, algunos de los casos reportados vienen de otras diócesis de España. No todas las diócesis tienen las mismas posibilidades que tenemos nosotros. Sea como sea, me parece importante remarcar que no hay tantos casos como algunos creían que podía haber relativo al clero. Donde más casos hay es en las familias. Hay que mirar esto y ahí, es responsable la sociedad entera. La transparencia es fundamental. Solamente ante la verdad uno puede reaccionar. No debería darse ni un solo caso en la Iglesia. Pero repito. Es una labor de toda la sociedad. Nosotros estamos intentando arreglar todas estas situaciones y ha dado pasos de gigante que no ha dado ningún otro grupo en la sociedad.
11. Operación Padilla
–Varios juzgados de Madrid están investigando las prácticas de los últimos años de algunas de las fundaciones vinculadas a la Iglesia en la capital. Desde el arzobispado han llevado a cabo una investigación interna. En el comunicado emitido desde la archidiócesis el pasado 19 de diciembre, tras su encuentro con el Santo Padre para exponer las conclusiones de la primera fase de esta investigación, remitían a un nuevo sistema de trazabilidad y monitorización de las fundaciones, así como una auditoría general que abarcaría los últimos 20 de años, lo que involucra también al modelo de gestión en este ámbito del arzobispo emérito, el cardenal Rouco Varela. Casi un año después, quería preguntarle por el estado de esta segunda fase y por las expectativas que tiene de las distintas causas abiertas en los tribunales.
–Yo al ver la situación que había en las fundaciones, decreté que se fuera hasta el fondo y que se investigase todo. Y si había que ir a los tribunales, pues íbamos a los tribunales. Ha habido toda una historia de engaños y en esa situación estamos. Lo que duele es que esas fundaciones están para ayudar a los demás. Niños, ancianos… Hay que defenderlos. Nadie puede aprovecharse de nada de lo que pertenece a los más pobres.
12. Iglesia vaciada
–Decir España vaciada, es decir a su vez Iglesia vaciada. Gran parte del patrimonio de la Iglesia se encuentra desatendido, con falta de con un clero envejecido y con muchas parroquias a su cargo. ¿Hay algún plan desde la CEE para volver a dinamizar la vida parroquial en las Iglesias rurales?
–Hay que hacer un estudio general, no solamente la Iglesia sino también las administraciones, de cómo recuperar esa España donde las tierras son fértiles, donde hay ganado. Todos nos hemos venido a vivir a la ciudad. Es por ello por lo que hay que poner todos los medios necesarios para que se pueda vivir dignamente en los pueblos. Esto supone un planteamiento nuevo que es necesario. La gente lo añora. Conozco a gente de Madrid que se ha ido al norte de España, a montar una granja, a tener otro estilo de vida. No hay que fomentar la `salida de´ sino la `vuelta a´. En estos momentos en los que hay falta de trabajo, puede ser una oportunidad. Pero esto corresponde, en buena parte, a los gobiernos de turno.
13. Vocaciones y el rol de los laicos
–Ahora que estamos en pleno proceso sinodal, en este momento de crisis vocacional, resuenan algunas palabras escuchadas en el contexto de la Asamblea Plenaria donde se decía que el problema de las vocaciones «no era un problema de llamado, sino de respuesta a esa llamada». Pienso en el auge de movimientos católicos, con un profundo sentido de la comunidad y la fidelidad al Evangelio, que están siendo impulsados por los laicos. Y que lejos de menguar, crecen. ¿Puede que la llamada esté siendo a fortalecer a los laicos y que adquieran, definitivamente, un mayor protagonismo en la estructura eclesial?
–Los laicos tienen que asumir lo que el Concilio Vaticano II nos dice. Hay que incorporar a los laicos a tareas de responsabilidad. Pero ¿cuántos laicos tenemos en las estructuras diocesanas con responsabilidades determinadas que se pueden dar? El que estén tendría que ser normal en la vida de la Iglesia y eso nos corresponde a los obispos. Las estructuras se cambian dando pasos concretos. La voz de los laicos es crucial escucharla. No somos un coro de clérigos los que gobernamos la Iglesia. Y a veces, esa estructura clerical no es fácil quitarla. Hay que ir dando pasos. Pero no poco a poco, sino con determinación. Porque eso es lo que hace posible una Iglesia en la que caminamos juntos como Pueblo de Dios. Es verdad que hay responsabilidades distintas, pero todos tenemos nuestro rol en este caminar. Hay una tendencia hoy que me parece grave: ideologizar la fe. El que ideologiza la fe ve enemigos por todos los sitios y rompe la comunión, y esto pasa también dentro de la Iglesia. Y este es uno de los problemas más graves que puede haber en esta sinodalidad. Es un camino que tenemos que hacer y que el Papa ha señalado: comunión, participación y misión para incorporarles a nuestra existencia y en este Sínodo.
14. Jóvenes en las iglesias
–¿Se tienen que dinamizar las actividades pastorales para volver a ver rostros jóvenes en los templos?
–Sí. Porque o facilitamos espacios donde se propicie la amistad y comunión con el Señor o no habrá posibilidades de encuentro. Un joven, igual que alguien más mayor, pero especialmente un joven, si se encuentra con Dios y se entusiasma, es capaz de darlo todo. Porque el Señor entusiasma. Siempre. Cuando no se le conoce, no. Es el rollo del cura. Pero cuando se conoce a Jesucristo, algo cambia. Es un camino que tenemos que hacer con humildad y sencillez, pero propiciando que el rostro de Dios se vea con claridad. Hace pocos días, en la catedral de la Almudena, en un concierto que hubo allí y en la exposición del Santísimo, había más de 3.000 jóvenes. Puede que parezca poco en una ciudad con tantos millones de personas como es Madrid, pero 3.000 jóvenes, revolviendo, dando testimonio de Cristo, es muy potente. Si dejamos que Dios toque el corazón de los jóvenes, se arma la revolución.