XXVII Edición
Asamblea General de la Conferencia Española de Religiosos: «Es inútil que andemos mirando cada uno para un lado distinto»
Luis Ángel de las Heras, presidente de la comisión episcopal de Vida Consagrada, y el nuncio apostólico, Bernardito Auza, han inaugurado la primera jornada de la última edición asamblearia de la CONFER
Durante los días 3, 4 y 5 de noviembre está teniendo lugar en el Hotel ELBA de Madrid la XXVII Asamblea General de la Conferencia Española de Religiosos, conocida por su acrónimo CONFER.
Bajo el lema Señor, ¿Qué quieres de nosotros hoy? , movimientos, órdenes, congregaciones e Institutos religiosos abordan el papel que tienen, desde su estado de vida y vocación, en el mundo actual.
La apertura de la Asamblea ha contado con el discurso de Bernardito Auza, nuncio apostólico en España, quien ha destacado al comienzo de su intervención que con su presencia en esta vigesimoséptima edición «quiere manifestar el vivo aprecio del Papa, su especial cercanía, y su ánimo por la misión, compartida desde los diversos carismas de los Institutos de vida activa –religiosa– aquí representados y que trabajan en la Iglesia en España».
«La vida consagrada ha servido de reforma en la vida del Pueblo de Dios»
Auza ha contextualizado sus palabras dentro de este proceso sinodal que la Iglesia universal está viviendo. Un proceso de participación que, como indicaba el nuncio, «nadie puede sentirse al margen». «El Sínodo espera vuestras aportaciones», ha dicho.
Por otro lado, el nuncio apostólico ha hablado de la «vitalidad» de la vida consagrada en España, sobre su servicio dentro de la «vida del Pueblo de Dios» y sobre el legado de san Juan de Ávila, san Ignacio de Loyola y santa Teresa de Jesús, como fuerzas «dinamizadoras» en la contrarreforma y su «impresionante impulso misionero».
Antes de despedirse de los allí congregados, Bernardito Auza ha recordado las palabras del Papa Francisco con ocasión del Año Ignaciano: «Ir al mundo a ayudar a las almas, viendo todas las cosas nuevas en Cristo», caminando en comunión y desde la caridad. «Esto es lo que el Señor quiere de nosotros hoy».
«Es inútil que andemos mirando cada uno para un lado distinto»
Luis Ángel de las Heras, obispo de León y presidente de la comisión episcopal para la Vida Consagrada, ha comenzado su ponencia, que llevaba por nombre el lema de esta Asamblea General, recalcando el desafío de «estar conectados como vida consagrada e Iglesia». «Es inútil que andemos mirando cada uno para un lado distinto», ha agregado en referencia al papel de laicos, religiosos y consagrados dentro de este camino que establece el Sínodo de los Obispos.
A su vez, De las Heras, ha hecho especial énfasis en que «cada vez llegan tiempos de mayor necesidad, de coordinación y de colaboración », y es por ello que el trabajo de CONFER en el ámbito regional y diocesano debe seguir su esfuerzo de visibilizar la vida consagrada «en las iglesias locales».
Escucha, diálogo y participación
La presidenta de CONFER, la hermana Esclava del Sagrado Corazón, María Rosario Ríos, ha agradecido a todos los presentes por su «servicio cotidiano a la vida consagrada para dar respuestas válidas y evangélicas en este hoy y no solo a través de la vida de las comunidades».
Sin olvidarse de todas las complicaciones derivadas de la pandemia –«un paréntesis en nuestra actividad apostólica»–, Ríos ha recalcado la disposición de estar abiertos a lo que Dios tiene que decir a los religiosos en esta nueva asamblea y en el proceso sinodal recién iniciado. «En este tiempo de pandemia, la vida religiosa, nuestros institutos y comunidades, nos hemos preguntado muchas cosas. Nos hemos preguntado cómo está y donde está, qué hacer y qué no, donde están las mayores urgencias y también donde están las propias posibilidades qué podemos aportar, en donde sumarnos a otros, en definitiva desde dónde nos llamaba Dios, a dónde y de qué modo nos enviaba».
Del mismo modo, la presidenta de CONFER, ha instado al conjunto de los institutos religiosos en España, a preguntarse cómo estar «en medio de un mundo cambiante, cuando también nosotros hemos cambiado con los años».
Ríos ha señalado las líneas maestras de esta nueva Asamblea, que ha de ser «espacio de diálogo, escucha, participación, de caminar juntos estos días para seguir caminando juntos como iglesia en la vida ordinaria».