El Papa Francisco a la COP26: «El tiempo se acaba, no desperdicien esta oportunidad»
Pidió a los católicos de Escocia que recen por el éxito de la conferencia climática de la ONU
«Como saben, esperaba poder participar en la cumbre de la COP26 en Glasgow y pasar un tiempo, aunque breve, con ustedes. Lamento que no haya sido posible». Así comienza la carta enviada por el Papa Francisco a los católicos de Escocia, difundida este jueves.
«Al mismo tiempo –prosigue el Papa– me alegra que hoy estéis reunidos en oración por mis intenciones y por el fructífero resultado de este encuentro que pretendía abordar uno de los mayores desafíos morales de nuestro tiempo: la preservación de la creación de Dios, que se nos da como huerto a cultivar y como bien común para nuestra familia humana».
«Suplicamos los dones divinos de sabiduría y fuerza a todos aquellos que tienen la tarea de liderar la comunidad internacional para que intenten afrontar este desafío crucial con decisiones concretas inspiradas en la responsabilidad de las generaciones presentes y futuras», deseó el Sumo Pontífice. «El tiempo se acaba», alertó Francisco. Y añadió: «Esta oportunidad no debe desperdiciarse, de lo contrario tendremos que enfrentarnos al juicio de Dios por nuestras faltas en ser fieles administradores del mundo que está confiado a nuestro cuidado».
El Papa recordó que «celebramos la fiesta de la dedicación de la basílica de Letrán, que como catedral del obispo de Roma, simboliza la comunión de la Iglesia en la fe y la caridad con la Sede de Pedro».
«Os saludo cordialmente a cada uno y os dedico mis oraciones a vosotros y vuestras familias, por los jóvenes, los ancianos, los enfermos y los que, de alguna manera, están sufriendo los efectos de la pandemia», alega el Papa. No quiso despedirse sin demostrar que tiene puestas sus esperanzas en que los cristianos de Escocia «renueven su compromiso de ser testigos convencidos de la alegría del Espíritu y de su poder para llevar luz y esperanza a cada esfuerzo por construir un futuro de justicia, fraternidad y prosperidad, tanto material como espiritual».