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Congreso Católicos y Vida Pública

«La corrección política pone la libertad en peligro con su intolerancia»

Ante un auditorio repleto y con una alta participación en forma telemática, el nuncio apostólico, Bernardito Auza; el arzobispo emérito de Burgos; el presidente de la ACdP y el director del Congreso han iniciado el debate sobre un fenómeno «que supone una grave amenaza para el catolicismo»

En la tarde de este viernes ha tenido lugar en el Aula Magna de la Universidad CEU San Pablo la inauguración de vigesimotercero Congreso Católicos y Vida Pública.

Con el lema La corrección política, libertades en peligro, el director del Congreso, Rafael Sánchez Saus, ha comenzado su intervención en el acto inaugural poniendo de relieve el trabajo que desde la ACdP se lleva acometiendo desde hace 23 años en materia de estudio, reflexión y debate «de los temas de actualidad de cada momento».

Comprometidos con la acción apostólica, el Congreso busca, en palabras de Sánchez Saus, «conocernos mejor y comprender el mundo que nos rodea con un espíritu renovado». A juicio del director del Congreso, «ese objetivo se consiguió desde la primera edición, suponiendo estos encuentros un lugar privilegiado para ahondar en la realidad cristiana».

El director del Congreso, Rafael Sánchez SausPaula Argüelles

Acto seguido, Sánchez Saus ha señalado los riesgos de esta cultura de cancelación de la que ya hablaba el arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, durante la presentación del Congreso el pasado jueves. Para la cultura de hoy, dice el director y rector emérito de la Universidad San Pablo CEU, parece que «el cristianismo no tiene cabida como elemento digno de tenerse en cuenta».

Esta coyuntura, auspiciada por «fundaciones y organismos internacionales» que controlan la cultura de masas ha hecho del cristianismo un signo inequívoco de lo «políticamente incorrecto». «Hemos de tomar conciencia de que la corrección política es la megaideología de nuestro tiempo», aseveraba Sánchez Saus, que señalaba con dureza la «condena absoluta de la civilización occidental y de sus frutos» por parte de estas minorías que «disuelven al hombre con un animal sin rango superior».

Por último, antes de mencionar la estructura orgánica de este Congreso que ocupará todo el fin de semana hasta su clausura el domingo 14 de noviembre a las 14 horas, el director del Congreso de Católicos y Vida Pública ha querido recalcar que los católicos «estamos ante el mayor desafío del siglo XXI, en una redefinición del bien al margen del Evangelio que convierte a nuestra fe, para estos movimientos identitarios, en el museo de los horrores».

Es por ello, abogaba Rafael Sánchez Saus, que hay plantear soluciones y debates durante estos tres días para saber cómo estar en un mundo que quiere menoscabar la tradición, la transmisión cultural y la figura de Jesucristo como espejo de belleza, verdad y bien.

El consiliario nacional de la ACdP y arzobispo emérito de Burgos, Fidel HerráezPaula Argüelles

Por su parte, el arzobispo emérito de Burgos y consilario nacional de la ACdP, monseñor Fidel Herráez, ha remarcado al comienzo de sus palabras «la rica trayectoria de los Congresos, donde se han ido abordando diversas realidades para la reflexión y el compromiso». Para Herráez, «los católicos debemos implicarnos» en la vida pública y el bien común, tal y como se refleja en los principios fundacionales de la ACdP en todo lo que concierne a sus obras y proyectos.

Citando la exhortación apostólica del Papa Francisco, Evangelii Gaudium, para el arzobispo emérito de Burgos es crucial saber identificar en el mundo en el que estamos, que adolece, como ya indicaba el cardenal John Henry Newman, de una «desertificación espiritual», «fruto del proyecto de sociedades que quieren construirse sin Dios o que destruyen sus raíces cristianas». Allí «el mundo cristiano se está haciendo estéril, y se agota como una tierra sobreexplotada, que se convierte en arena». En otros países, la resistencia violenta al cristianismo obliga a los cristianos a vivir su fe casi a escondidas en el país que aman. Ésta es otra forma muy dolorosa de desierto. Sin embargo, decía Herráez citando la encíclica de Francisco cuando recuerda las palabras de Benedicto XVI en la homilía de apertura del Año Santo de la fe en 2012, «en el desierto se vuelve a descubrir el valor de lo que es esencial para vivir; así, en el mundo contemporáneo, son muchos los signos de la sed de Dios, del sentido último de la vida, a menudo manifestados de forma implícita o negativa. Y en el desierto se necesitan sobre todo personas de fe que, con su propia vida, indiquen el camino hacia la Tierra prometida y de esta forma mantengan viva la esperanza».

Para el consiliario nacional de la ACdP, «los católicos debemos actuar en la vida pública de manera positiva y propositiva, por encima de la confrontación». Iluminando principios, con las «armas de la luz», citando al apóstol San Pablo.

Ante la «autodeterminación del individuo» y el «nuevo dogmatismo», hay que descansar en Dios, salvaguardar la libertad para enfrentar a este nuevo «colonialismo cultural», que dice el Papa Francisco.

Se trata, en definitiva, de «un desafío cultural fuerte y un reto evangelizador difícil, pero motivador y estimulante», que requiere del arrojo y valentía con la que Ángel Herrera Oria arengaba a estar en el mundo. Pues, como decía el padre fundador de la ACdP y del diario El Debate, «los frutos superarán con mucho nuestro esfuerzo y aun nuestra esperanza».

El nuncio apostólico en España, Bernardito Auza, en primer plano, y Alfonso Bullón de Mendoza, presidente de la ACdPPaula Argüelles

Una vez saludadas a todas las autoridades, ponentes y participantes del Congreso tanto de forma presencial como telemática, el nuncio de Su Santidad en España, Bernardito Auza, ha condenado el uso de estos «neologismos» como la cultura woke y sus afluentes, por «desconsiderar el bien y la verdad, a través del desprestigio y la intolerancia de los demás». «Esto se desarrolla –continúa Auza– en todos los campos: en la economía, la política o los medios de comunicación social», que para el nuncio apostólico, tienen una «grave responsabilidad» a la hora tergiversar los hechos históricos.

Para el nuncio apostólico, estas minorías ideológicas, fuertes y cohesionadas en sus propósitos de imponer su criterio al conjunto de los pueblos, «ponen la libertad en peligro por su intolerancia», donde «lo políticamente correcto tiene el riesgo de convertirse en una suerte de 1984», recordando la distopía de George Orwell. En este aspecto, «el Papa Francisco –proseguía Auza– nos da una clave en su magisterio y es una mirada al hombre en toda su dimensión humana», mirando sus heridas, sabiéndonos nosotros también heridos, para acabar con esa política de la apariencia de formas sutiles pero profundamente dañinas que, como decía san Juan Pablo II, dispone de «un estilo elegante de mirar hacia otro lado, bajo el ropaje de lo políticamente correcto».

«Si no se reconoce la verdad trascendente, vence la fuerza del poder. Y se llega hasta el extremo para imponer su opinión sin respetar los derechos de los demás. Ante las libertades en peligro –mencionaba el nuncio en referencia al lema del Congreso– y la dictadura ideológica, la sociedad no puede quedarse de brazos cruzados».

«Merece la pena el esfuerzo por una sociedad libre», concluía Bernardito Auza antes de encomendar los frutos de este Congreso a la Inmaculada Virgen María.

El Papa Francisco al Congreso Católicos y Vida Pública

El nuncio apostólico ha leído ante el auditorio congregado en esta nueva edición del Congreso el mensaje del Papa Francisco a todos los ponentes y participantes. En primer lugar, reza el mensaje de Su Santidad, «anima a todos los presentes en el propósito de construir, desde los valores cristianos, una sociedad más humana, pacífica y solidaria».

El presidente de la ACdP y de la Fundación CEU San Pablo, Alfonso Bullón de MendozaPaula Argüelles

La última intervención del Acto Inaugural ha correspondido al presidente de la Asociación Católica de Propagandistas, Alfonso Bullón de Mendoza, que tras agradecer de forma especial al equipo de Rafael Sánchez Saus por el esfuerzo organizativo y logístico de este Congreso, ha señala el efecto dominador de la «cultura de la cancelación», tema de rabiosa actualidad, que «priva de voz» a todo aquel que «disienta» de sus postulados.

Recordando la reforma del artículo 172 del Código Penal por parte del gobierno socialista en estos últimos días, donde se quieren imputar penas de prisión a aquellos que se manifiesten y vayan a rezar frente a las clínicas abortistas, Bullón de Mendoza ha señalado los estragos y vulneración de la corrección política para los católicos. «El desafío de lo políticamente correcto supone una grave amenaza para el catolicismo y más aún para una Iglesia, que en la más pura tradición paulina quiere presentarse como una Iglesia en salida; esa Iglesia en salida a lo que nos incita el Papa Francisco». Para el presidente de la ACdP, estamos ante un Congreso «cuyas sesiones y grupos de trabajo no dudo serán apasionantes» y que tienen como llamado, contribuir a «una Iglesia que pretende trasladar al mundo el Evangelio».

Congreso Católicos y Vida PúblicaPaula Argüelles