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Angelo Becciu está siendo juzgado por el Tribunal de Justicia del VaticanoAFP PHOTO / Vatican Media

El abogado del excardenal Becciu denuncia que se han «mutilado» pruebas y pide anular el juicio

La fiscalía fue obligada a depositar en las actas del sumario las grabaciones, pero ahora Fabio Viglione, abogado de Becciu, ha denunciado que faltan minutos de las mismas, incluida la declaración de Alberto Perlasca

El abogado del destituido cardenal italiano Angelo Becciu, Fabio Viglione, ha denunciado ante el Tribunal del Vaticano que se han «mutilado» las pruebas del proceso contra su cliente por la compra opaca de un lujoso edificio en Londres en 2014 y, en consecuencia, ha pedido la nulidad del juicio.

«Tenemos derecho a poder visionar las pruebas, no es un favor que nos están haciendo», ha subrayado el representante legal del purpurado que ocupó entre 2011 y 2018 uno de los cargos más poderosos del Vaticano en la Secretaría de Estado y a quien se le acusa de malversación de fondos, lavado de dinero, fraude, abuso de poder y extorsión.

«Este sistema, este método, lo digo con convicción y humildad, es inadmisible», ha manifestado, según han reportado los periodistas acreditados presentes en el juicio. En concreto se refería a las grabaciones en vídeo del interrogatorio de monseñor Alberto Perlasca, principal informante en este caso, que reconstruyó ante los fiscales la trama para ayudar a la investigación.

Completar el acta de sumario

El presidente del Tribunal Vaticano, Giuseppe Pignatone, ya había ordenado el pasado 6 de octubre que se completase el sumario con las peticiones de los abogados y dio tiempo a la fiscalía hasta el 3 de noviembre para entregar todo el material. 

Por tanto, la fiscalía fue obligada a depositar en las actas del sumario las grabaciones que suman más 115 horas de conversaciones registradas además de algunas interceptaciones telefónicas. En total son 53 DVD, de los que 52 son vídeos y uno contiene las grabaciones de las interceptaciones telefónicas de algunos acusados.

Sin embargo, el abogado de Becciu ha denunciado varias irregularidades como que los equipos legales sólo hayan tenido 15 días para poder examinar las pruebas o que hayan tenido que visionarlas en las oficinas de la Gendarmería del Vaticano sin poder hacer copias. Además, ha constatado que las grabaciones no están completas y presentan «omisiones» por lo que ha denunciado que están «mutiladas».

Faltan minutos de las grabaciones

Luigi Panella, el abogado de Enrico Crasso, durante años financiero de referencia de la Secretaría de Estado, entregó una amplia documentación en la que, según una pericia técnica, faltaban numerosos minutos de las grabaciones de vídeo de varios testigos, incluido el más importante en este juicio: monseñor Alberto Perlasca, responsable de la Oficina Administrativa de la Secretaría de Estado hasta 2019 y que en un principio fue investigado, pero no resultó imputado al prestar declaraciones vitales para las pesquisa

Las grabaciones son una parte fundamental de la instrucción judicial, pero hasta el 3 noviembre no fueron compartidas con la representación legal de los imputados que consideraron este hecho una grave violación del derecho de defensa de sus clientes. En este sentido, el abogado de Becciu ha reiterado ante el Tribunal del Vaticano la petición de nulidad de las imputaciones y del juicio por las fallas respecto a las garantías de la defensa en el proceso de instrucción.

El tribunal no se ha retirado a deliberar sobre estas consideraciones y retomará el juicio el próximo 1 de diciembre. Otra de las novedades es que los jueces han decidido separar de este caso la imputación de cuatro de los acusados, de forma que solo están procesados en este momento 4 personas. Además, debido a la complejidad del caso, se ha nombrado a una juez suplente.

El caso Becciu

Se intentan esclarecer las responsabilidades de la compraventa, terminada en estafa, de un edificio en el centro de Londres y que costó a las arcas de la Secretaria de Estado de la Santa Sede una cantidad estimada de 175 millones de euros por la que el Vaticano fue extorsionado y tuvo que presuntamente pagar al broker Gianluigi Torzi para continuar con la operación. 
Dicha compra se inició, a través de una red de financieros y consultores, en el momento en que Becciu era, en 2014, sustituto de la Secretaria de Estado para los Asuntos Generales, prácticamente el hombre de confianza del papa en la gestión administrativa del Vaticano