Relevo en la diócesis de Almería
Francisco acepta la renuncia de monseñor Adolfo González Montes, ahora emérito de Almería
Al cumplir 75 años y tras un largo proceso de tensiones internas con el obispo coadjutor Gómez Cantero, el Santo Padre ha aceptado la renuncia del que desde ahora es emérito de Almería
El Papa Francisco ha aceptado la renuncia de su oficio al obispo de Almería, el salmantino Adolfo González Montes, que a partir de este momento pasa a ser obispo emérito de Almería.
Mediante esta decisión, el obispo coadjutor de Almería, Antonio Gómez Cantero, que tomó posesión el pasado 13 de marzo, pasa a ser el principal encargado de la diócesis de Almería sin necesidad de otro nombramiento por parte del Papa, según ha indicado la propia diócesis.
La opacidad en las cuentas diocesanas y los problemas económicos derivadas de una gestión poco eficiente, llevaron a Gómez Cantero de Teruel y Albarracín a Almería donde desde un inicio se puso al servicio de González Montes para ayudar a revertir la situación de la diócesis almeriense.
González Montes fue revelado por el propio Papa Francisco, a través del nuncio apostólico en España, Bernardito Auza, de sus funciones administrativas para dedicarse exclusivamente a las sacramentales y a la predicación.
El nuevo obispo titular de la diócesis de Almería ha querido agradecer en su misiva la labor de los últimos 19 años en los que «don Adolfo ha presidido nuestra diócesis». Además, ha dado las gracias al Consejo Episcopal de Gobierno, y a todos aquellos que, «con gozo y mirando siempre al futuro, de una manera fraterna y evangélica, habéis estado rezando por mí, y me habéis impulsado a mantener esta esperanza que ya anida en mi corazón».
El nuevo obispo de Almería
En la jornada de este pasado martes, el nuevo obispo ha confirmado todos los nombramientos hasta ahora realizados en esta etapa anterior de gobierno y a determinar que permanezcan del igual modo cesados el resto de oficios y comisiones de la curia diocesana hasta que no se provea de otro modo.
Gómez Cantero, tras la complicada situación con la que se encontró a la llegada de la ciudad andaluza, ha llamado a construir comunidad ante el cambio. «Sé que ninguna transición es fácil, pues todo cambio genera cierta incertidumbre y provoca nuevas expectativas; confiemos y construyamos comunidad», ha indicado en la carta dirigida a los feligreses almerienses una vez conocida la noticia de que la titularidad de la diócesis recaía sobre él.