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El arzobispo de Barcelona, ​​el cardenal Juan José Omella (C) y los sacerdotes se van después de oficiar una misa por las víctimas del coronavirusAFP

El cardenal Omella: «La Sagrada Familia es, sin pretenderlo, el emblema de Barcelona»

El presidente de la Conferencia Episcopal ha elogiado a Gaudí quien trabajó en el templo durante 43 años

El arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal española, Juan José Omella, ha dicho este miércoles que, «sin pretenderlo, el templo de la Sagrada Familia es el emblema de Barcelona» y uno de los más «hermosos e impresionantes de todo el planeta».

En la homilía que ha pronunciado este miércoles en el acto litúrgico que ha precedido la inauguración de la Torre de la Madre de Dios en la Basílica de la Sagrada Familia y la iluminación de la estrella acristalada que la corona, Omella ha elogiado al arquitecto que diseñó el templo, Antoni Gaudí.

Ha recordado que la Sagrada Familia fue «el centro de la vida profesional» de Gaudí, en el que trabajó «durante 43 años y los doce últimos de manera exclusiva».

«Gaudí, conocido como el arquitecto de Dios, puso los fundamentos de un templo que sería, años más tarde, uno de los más hermosos e impresionantes de todo el planeta. Un templo que lleva más de cinco generaciones en construcción», ha dicho el cardenal Omella.

Y ha añadido: «decir Gaudí es decir Sagrada Familia. Y decir Sagrada Familia es decir Barcelona. Esta basílica se ha convertido en un importante patrimonio artístico, cultural y social. Sin pretenderlo, el templo de la Sagrada Familia es el emblema de Barcelona. Y hoy tenemos la suerte de poder inaugurar y bendecir la torre dedicada a la Madre de Dios».

El arzobispo de Barcelona ha recordado que «Santa María formó, junto al Niño Jesús y a san José, la Sagrada Familia de Nazaret» y que «los tres vivieron penurias y dificultades que unidos pudieron superar con la confianza puesta en Dios».

Y ha establecido un parangón entre esas dificultades y el «tiempo de oscuridad» que se ha vivido a lo largo de los dos últimos años por la pandemia de la COVID-19, que, ha dicho, «ha dejado hasta ahora mucho dolor».

«Esta situación nos ha demostrado que somos débiles y vulnerables y, por ello, hemos tomado conciencia de nuestra pequeñez. Lo que también nos ha enseñado esta pandemia es que nos necesitamos los unos a los otros», ha agregado.

Ha señalado a continuación que «Santa María, nuestra Madre, es un apoyo para muchas familias que necesitan una mano amiga que las ayude a superar las contrariedades que les depara la vida» y «quiere ser nuestra luz en medio de la oscuridad».

Creciendo en metros

Omella ha explicado que «María fue luz para su Hijo durante su infancia y adolescencia, pero que, con el tiempo, Jesús fue poco a poco relegando a su madre a un segundo plano; ella pasó a ser su mejor discípula».

«Algo similar e igualmente precioso va a suceder en la construcción del templo de la Sagrada Familia. A partir de hoy, 8 de diciembre, la estrella que corona la torre de María brillará y será un punto de luz en la noche barcelonesa. Pero la torre de su Hijo Jesucristo va a seguir poco a poco creciendo en altura hasta superar significativamente a la de María (más de 30 metros)», ha recalcado.

Por, último Juan José Omella ha señalado: «Cuando miremos el templo desde el mar hacia la montaña, es decir, mirando hacia la fachada de la Gloria, solo veremos la torre de Jesucristo. María seguirá allí, aunque no la veamos, detrás de su Hijo Jesucristo. Santa María, como buena madre y excelente discípula seguirá al lado de su Hijo cediéndole a él todo el protagonismo».