Los retos del Papa Francisco para un 2022 `con mucho movimiento´ en el Vaticano

El gran evento del año 2022 en el Vaticano será el Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar entre los días 22 y 26 de junio. Antes de esa fecha y tras un par de años sin aglomeraciones en Roma, para el mes de mayo está previsto un gran día de canonizaciones, con Charles de Foucauld como principal figura. Días de celebración en la ciudad Eterna que contrastan con la pesadilla del juicio al cardenal Becciu y otros imputados, que se retoma en febrero. Y todo ello con el desarrollo de un Sínodo que vivirá un momento clave en septiembre.

La pandemia ha retrasado un año el Encuentro Mundial de las Familias, que se celebró por última vez en Irlanda en 2018. La sede de este año será la ciudad de Roma, donde el Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida trabaja de la mano de la diócesis. El formato será diverso al de ediciones anteriores, con más actividades en las diócesis de todo el mundo, en vez de centralizar todo en Roma.

Eso sí, la Ciudad Eterna albergará a los delegados de Familia de las Conferencias Episcopales de todo el mundo, así como a representantes de movimientos internacionales implicados en la pastoral familiar. Serán días de catequesis y de compartir experiencias de distintos países. El cierre del Congreso coincide con el final del Año de la Familia, que el Papa proclamó en marzo de 2021.

La canonización de Foucauld y 7 beatos

Semanas antes, el 15 de mayo, tendrá lugar la primera gran concentración en tiempos de Covid. Se trata de la ceremonia de canonización de Charles de Foucauld y otros siete beatos. Entre ellos se encuentran el fundador de la Congregación de los Padres de la Doctrina Cristiana, César de Bus; el fundador del Instituto de las Religiosas de las Pobres, Luigi Maria Palazzolo; el fundador de la Sociedad de las Divinas Vocaciones, Giustino Maria Russolillo; la fundadora de las Religosas Terciarias Capuchinas de Loano, Maria Francesca di Gesù, y la cofundadora del Instituto de las Pequeñas Hermanas de la Sagrada Familia, Maria Domenica Mantovani.

Quien se convertirá en beato este año, aunque deberá esperar a septiembre, es Albino Luciani, más conocido como el Papa Juan Pablo I o el Papa de la sonrisa. Este mes se ha confirmado que será el propio Papa Francisco a presidir la ceremonia, el domingo 4 de septiembre en San Pedro.

Un proceso judicial que debe concluir

Tras meses de formalidades jurídicas, en que la defensa exigía documentos que el Tribunal no les había enviado, el juicio al cardenal Becciu y otros imputados puede dar un paso importante en el próximo mes de febrero. Se espera que para entonces pueda comenzar un proceso que, desde el mes de julio, se ha ido retrasando por cuestiones procedimentales.

Los retos de Francisco para 2022

No hay, de momento, ningún viaje al exterior confirmado por el Vaticano. Hay muchos destinos pendientes, como la isla de Malta, que por cuestiones internas del país (pendiente de elecciones generales) se ha ido aplazando. Lo único seguro es un viaje a Florencia, el 27 de febrero, para un encuentro con obispos y alcaldes del Mediterráneo. El interés del Papa por fomentar la acogida a quienes huyen de África hará que el Papa se desplace hasta la ciudad toscana, donde apenas permanecerá cuatro horas.

Entre las grandes incógnitas de este año está el saber cuándo se hará pública la reforma de la Santa Sede, que desde hace un año se considera «inminente». Este mes de diciembre ha habido una reunión de los cardenales que coordinan la reforma en la que, entre los temas tratados, no figuraba la reforma. Desde hace meses se asegura que ya está todo listo para publicarse. Tan solo falta la fecha oportuna.

Todos estos acontecimientos coinciden con el desarrollo del Sínodo sobre la Sinodalidad. Actualmente, nos encontramos en una fase diocesana, donde se trabaja en las parroquias y al interno de las entidades religiosas. En el mes de abril de 2022 está previsto que se publique una Síntesis de todos los trabajos a nivel local. A partir de ahí se prepara un borrador de trabajo, llamado Instrumentum Laboris, que debería publicarse en el mes de septiembre. Aunque las propuestas provocarán debate a lo largo de este año, la verdad es que no se sacarán conclusiones definitivas hasta 2023, con la fase final del Sínodo en Roma.