Los obispos españoles se «sorprenden» por la «cercanía» del Papa a los problemas de las diócesis
Entre los días 10 y 15 de enero, los obispos de las provincias eclesiásticas de Tarragona, Barcelona y Valencia se encuentran realizando la visita ad limina apostolorum en Roma
Los obispos españoles del segundo grupo que se encuentran ahora en el Vaticano, realizando la visita ad limina apostolorum, han tenido hoy, viernes 14 de enero, una audiencia privada de más de dos horas con el Santo Padre. Durante la misma han compartido «sus preocupaciones y han dialogado en verdadera libertad», destacaba Antonio Cañizares, cardenal y arzobispo de Valencia.
Por su parte, Joan Planellas, al frente de la archidiócesis de Tarragona, ha querido recalcar sobre el encuentro con el Papa Francisco que le ha sorprendido la proximidad para subrayar los problemas de las diócesis. «Esta proximidad se ha manifestado en las diferentes congregaciones y dicasterios que hemos visitado y en la propia audiencia con el Santo Padre», ha afirmado.
Se trata de la primera vez que Planellas realiza la visita ad limina, sin embargo, sus compañeros Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, y Juan José Omella, de la archidiócesis de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, son ya veteranos en estas lides. Sobre el encuentro, el cardenal valenciano ha afirmado que «parecía que no tenía prisa ninguna y nosotros tampoco». Ha querido también poner el acento en la cercanía, la ternura y la paternidad del Santo Padre: «Es un padre y un hermano para todos nosotros».
El arzobispo de Barcelona ha querido incidir durante la rueda de prensa final sobre la importancia de la convivencia: «Hemos compartido más tiempo entre nosotros, que hace que se haya fortalecido la fraternidad entre las tres provincias eclesiásticas». Sobre la sintonía con los dicasterios, Omella ha querido recalcar que «previo envío de los informes, estaban muy informados de cómo avanza la pastoral de la Iglesia en España, por lo que el diálogo ha sido muy fluido».
Por último, el cardenal ha terminado su intervención diciendo: «Hemos descubierto, aun con todas las dificultades que supone evangelizar el mundo, que no ha sido fácil nunca, el gozo de seguir trabajando por la Iglesia, por la evangelización y por la sociedad por la que queremos luchar».