Del Fiat 500 al tranvía: así se mueve el Papa Francisco por Roma y por el mundo
¿Qué fue del Lamborghini Huracán que le regalaron? ¿En qué medio se desplazó al acto de bienvenida de la JMJ de Cracovia? ¿Qué modelo utiliza cada vez que hace una escapada a Roma?
El Papa Francisco, desde el inicio de su pontificado, ha marcado una pauta de estilo. Los pocos miramientos a sus declaraciones cuando así lo ha considerado oportuno, o el no atender demasiado al protocolo cuando los hechos le han interpelado, ha sido criticado y alabado a partes iguales.
Una de las cuestiones a las que Francisco ha atendido (o desatendido, según se mire) ha sido al modo de desplazarse, tanto en sus distintas visitas apostólicas por el mundo como para desplazarse por el Vaticano o la ciudad de Roma.
En 2017 tuvo lugar una icónica imagen. El Papa junto a un Lamborghini Huracán con los colores de la bandera del Vaticano que la propia marca le había regalado. Más allá de la foto, el Papa nunca tuvo la intención de agregarla a la colección de papamóviles. Simplemente se limitó a poner su autógrafo en el vehículo antes de que fuera subastado. El dinero recaudado, 715.000 euros, fue destinado a los cristianos de Irak, las víctimas de la trata y los abusos, y las mujeres y los niños de África.
Papamóvil sin blindaje y el tranvía papal
Poco tiempo después le regalaron uno de los papamóviles que Francisco había utilizado en 2016 durante su viaje a México. A pesar de las preocupaciones de seguridad, el Papa había pedido que no fuera un coche blindado.
El verano de la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, muchos fieles quedaron atónitos al ver al Santo Padre tomar un tranvía para llegar a la ceremonia de bienvenida de la JMJ, donde más de un millón de jóvenes de todas partes del mundo se desplazaron a Polonia para pasar unos días con el sucesor de Pedro. Como curiosidad, cuando llegó a su destino, le entregaron al Papa una pequeña réplica del tren, asegurando que desde entonces en adelante llamarían a aquella línea «el tranvía papal».
Otro de esos gestos que solamente se le conocen a Francisco fue en el viaje a Bangladés en 2017, donde aparcó el tradicional papamóvil y usó un carro a pedales.
Un vehículo pequeño para moverse
El Papa ha reiterado en numerosas entrevistas que hay cuestiones a las que, sencillamente, él no presta atención, muy a pesar de sus asesores y gente del Vaticano. Para sus incursiones en las calles de Roma, habituales en el comienzo de su mandato al frente de la Iglesia católica, era habitual verle con coches discretos como un Ford Focus o un Fiat 500L. Cabe recordar el `vocho´ (escarabajo) con el que Juan Pablo II se movía por la Ciudad Eterna cuando su agenda se lo permitía.
Ya sea una cuestión puramente marquetiniana, como dicen sus detractores, o una forma desapegada de ejercer su cargo, el caso es que el Papa Francisco, independientemente del medio de transporte que elija, siempre consigue atrapar todas las miradas.