Jornada de la Fraternidad Humana
Elena Dini: «No basta hablar del diálogo interreligioso, hay que activarlo»
Una de las responsables del Centro Juan Pablo II para el Diálogo Interreligioso explica que es necesario el encuentro para un mayor entendimiento entre confesiones religiosas
El viernes 4 de febrero se celebra la segunda Jornada Internacional de la Fraternidad Humana, coincidiendo con el aniversario de la firma del documento de Abu Dabi. En Roma, el Centro Juan Pablo II para el Diálogo Interreligioso promueve el encuentro entre las distintas creencias. Uno de sus responsables, Elena Dini, asegura que «no es suficiente con hablar y estudiar sobre el diálogo religioso, es preciso poner en marcha iniciativas de encuentro para conocer y entender mejor las distintas tradiciones religiosas».
El Centro Juan Pablo II está promovido por una entidad hebrea, la Fundación Russell Berrie y la Universidad Pontificia de Santo Tomás, el Angelicum de Roma. A través de becas de formación para licenciados, conferencias y eventos, facilitan el estudio y el conocimiento directo de otras creencias, con expertos de todo el mundo. También ofrecen oportunidades de formación práctica en este terreno financiando proyectos concretos.
La desconfianza mutua
Elena Dini, directora de programas en el Juan Pablo II, asegura que «muchas veces se da por supuesto que todos nos consideramos hermanos y no es verdad. Aún hay mucha desconfianza mutua. Hace falta conocer bien otras tradiciones religiosas y entendernos mejor». Por eso considera que el documento sobre la Fraternidad Humana del Papa Francisco ha sido un gran acierto, «sobre todo porque invita a concretar esa fraternidad, a no quedarse en palabras».
Entre los proyectos impulsados desde el Centro se encuentra una iniciativa en el estado de Sokoto, en Nigeria, llamado `Caminando Juntos´. Se trata de una serie de encuentros promovidos por un sacerdote católico para un mayor entendimiento entre cristianos y musulmanes, en un país donde sufren la violencia sectaria. «Había pensado que se inscribirían como mucho 100 personas y ya van 150. Esto demuestra que hay interés por conocerse mutuamente, por profundizar en las convicciones de cada uno», asegura Elena Dini.
No puedes esperar a que se produzca un conflicto o una crisis para poner en marcha el diálogo interreligioso
La importancia del diálogo
En este tipo de encuentros, en el Centro Juan Pablo II para el Diálogo Interreligioso creen que «siempre es preciso partir de la propia fe. Si se toma como base el empeño social será algo interesante, pero no va a la raíz. Sin la fe no podemos hablar de fraternidad humana universal». A partir de ahí es posible establecer contactos que fomentan el entendimiento y evitan conflictos futuros.
Nadie espera que el diálogo interreligioso provoque cambios de forma inmediata, pero forman parte de un proceso de cambio cultural. A juicio de Elena Dini «no puedes esperar a que se produzca un conflicto o una crisis para poner en marcha el diálogo interreligioso. Es fundamental construir relaciones que ayuden a prevenir el enfrentamiento». En este sentido, desde el Centro Juan Pablo II para el Diálogo Interreligioso indican que «la experiencia nos dice que hasta las iniciativas más pequeñas para conocerse mutuamente consiguen un impacto en la comunidad». Y esa es una de las claves, que el diálogo debe dar fruto en la base, sin esperar que los líderes religiosos o políticos vayan a solucionar los problemas con golpes de efecto.
Un tiempo de fraternidad
El Papa Francisco ha insistido en la audiencia de este miércoles en la necesidad de que «se tomen medidas concretas junto con los creyentes de otras religiones y también con las personas de buena voluntad para afirmar que hoy es un tiempo de fraternidad, evitando alimentar enfrentamientos, divisiones y cierres». Una fraternidad que significa «tender puentes», según el obispo de Roma.
Para celebrar el aniversario del documento sobre la Fraternidad Universal este viernes, dentro de la Exposición Universal de Dubai, tendrá lugar un encuentro interreligioso en el que participarán representantes del Pontificio Consejo para la Cultura y del Consejo para el Diálogo Interreligioso.