Gregorio Luri y Lupe de la Vallina, en la UNAV: «La caridad es una mirada erótica a la realidad»

En medio del fragor de la batalla cultural, de las trincheras que unos y otros pertrechan con los cascotes de ocurrencias que solo sirven para consolidar posiciones en este nuevo Verdún dialéctico en el que andamos inmersos, un descanso. Se trata del coloquio sobre cultura contemporánea y cristianismo que tuvo lugar la tarde noche de ayer en el campus que la Universidad de Navarra tiene en Madrid.

Desde postulados dialógicos y estéticos que reivindican el «erotismo caritativo», la sensualidad del Cantar de los cantares, la «pedagogía del sentido común» y eso tan cotidiano que es la «belleza de lo efímero», el filósofo y maestro de escuela Gregorio Luri; el catedrático de estética, Ricardo Piñero; y la fotógrafa Lupe de la Vallina, conversaron por espacio de una hora ante un nutrido auditorio en el Aula Magna y las 270 personas conectadas desde distintas partes del mundo.

A propósito del nuevo máster ofertado por la UNAV, los tres personajes abordaron los retos que tienen por delante los católicos en el contexto actual; tanto desde el ámbito filosófico y académico como en el artístico y divulgativo.

Conocer la realidad en la que estamos

Ricardo Piñero fue el primero en abrir la veda e introducir la «urgencia de que conozcamos la realidad en la que estamos» en forma de pregunta: ¿Es pertinente, en un mundo hipermecanizado y focalizado al rédito económico, unos estudios que lleven al reposo, a la contemplación y a ver al otro en el otro? ¿Cabe esperar algo de la cultura actual?

A esta cuestión, Lupe de la Vallina respondió con claridad: «no tenemos que esperar nada porque la cultura no es mejor ni peor, sino que es lo que está ocurriendo. Y en este contextos, tenemos la oportunidad de expresar el evento cristiano, que es ahora».

Por su parte, Gregorio Luri ha querido empezar su disertación recordando las palabras de san Juan Pablo II a los jóvenes en la JMJ de Chile. «No tengáis miedo». «Si tenemos miedo, es más fácil que las respuestas que tengamos sean hacia la puerta de salida, hacia la huida», aseveraba el filósofo y ensayista. Para ello, Luri cree que «frente a un presente que va perdido detrás del viento del futuro, de la agenda 2030, la mirada correcta es la que, desde el pasado, revitaliza el presente, pues hemos conocido el amor de Dios». «Mirar hacia atrás –continúa Luri– no es mirar a un tiempo que ha quedado sepultado sino mirar a un hecho histórico en el que Jesús, que nos conoce mejor a nosotros de lo que nos conocemos a nosotros mismos, nos ha salvado».

Referenciando a Winckelmann, el catedrático de estética de la UNAV, Ricardo Piñero, habló de cómo «el Arte está para saciar nuestras necesidades vitales» y que «la belleza no es una accidente pues reivindicarla es una cuestión estructural. Olvidarnos de la belleza y de la verdad es olvidarnos de lo que somos» para acto seguido concluir con una simpática imagen: «Adán y Eva cometieron un pecado estético porque si la manzana hubiera estado pocha, ¿acaso se la habrían comido»?. Sobre la cuestión estética, De la Vallina habló de cómo el arte «por ser inútil, es lo más esencial» y de la poesía como «el único lenguaje en el que se puede decir lo sagrado» con toda su densidad; no sin antes mencionar el poema erótico condensando en las Sagradas Escrituras, el ya citado Cantar de los cantares en cuyos primeros versículos está aquello de: Llévame contigo, ¡corramos!; | condúzcame el rey a su alcoba; | disfrutemos y gocemos juntos, | saboreemos tus amores embriagadores.