«Que el recuerdo de su sacrificio nos inspire para renovar nuestra confianza en la fuerza de la Cruz y de su mensaje salvífico de perdón, reconciliación y resurrección. El cristiano, en efecto, está llamado a testimoniar el amor de Cristo en todas partes y en cualquier momento», fue el mensaje que dirigió el Papa Francisco durante el encuentro con los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y catequistas, en la catedral siro-católica «Nuestra Señora de la Salvación» de Bagdad