Fundado en 1910

Celebración litúrgica en la parroquia de san Nicolás de Mira el pasado 20 de enero

Una iglesia ortodoxa rusa de Ámsterdam rompe con Moscú ante la invasión de Ucrania

La parroquia de san Nicolás de Mira ha solicitado su aceptación en el patriarcado de Constantinopla

es el primer caso conocido de una iglesia occidental que se separa del patriarcado de Moscú por la invasión de Ucrania. Se trata de la parroquia de san Nicolás de Mira, en Ámsterdam, cuyo párroco ha anunciado a través de un comunicado de su página web que en una reunión extraordinaria del consejo, los representantes del clero afirmaron que no les es posible funcionar con Moscú y «proporcionar un entorno espiritualmente seguro para los fieles».

Han solicitado al arzobispo ortodoxo ruso Elisey, de la diócesis de la Haya y Holanda, de que les conceda la destitución canónica y han enviado una carta al metropolitano Atenágoras de Bélgica, Holanda y Luxemburgo para ser admitidos en el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. «Esta decisión es extremadamente dolorosa y difícil para todos los involucrados», admite el consejo parroquial en el comunicado.

La iglesia permanecerá cerrada por motivos de seguridad, hasta el próximo 26 de marzo, día en que tendrá lugar la reunión parroquial general. Afirman que «en esta situación extremadamente tensa, sería prácticamente imposible lograr la atmósfera de oración por la que nos esforzamos durante los servicios».

A través de su página de Facebook, el clero de san Nicolás condenó la invasión de Ucrania y firmaron una apelación para que el patriarca de Moscú, Cirilo I, rompiera su silencio sobre el conflicto. Cuando por fin lo hizo, en una carta circular, responsabilizó de la guerra a «poderes extranjeros» –según se puede leer en la publicación–, por lo que decidieron alejarse de esta narrativa y suprimir el nombre del patriarca en los servicios litúrgicos.

En el comunicado de san Nicolás de Mira se hace referencia a una «amenaza a la parroquia», y es que según informa el diario holandés Nederlands Dagblad, el obispo Elisey visitó el templo sin previo aviso el pasado domingo 6 de marzo, insistió en que el nombre de Cirilo I volviera a la liturgia y avisó de que el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso seguía a la parroquia con «gran interés».