La cruz del Valle de los Caídos bate un nuevo récord Guinness

La monumental cruz del Valle de los Caídos, signo de reconciliación para muchos y tótem del franquismo para otros tantos, se sale de las tensiones ideológicas para ser reconocida como la cruz más grande del mundo.

Desde 1955, el Libro de los Récords Guinness lleva recogiendo distintas proezas que no tienen competencia en el mundo. Hay extravagancias como el hombre con más pinzas en la cara, el cabello más largo o la persona que más toques le ha dado a un balón con los ojos vendados. Sin embargo, el libro que cada año saca y actualiza la empresa cervecera, reconoce también obras arquitectónicas y artísticas como la extensión de la Gran Muralla China, las singularidades de la Torre Eiffel, el número de «raptos» a la Mona Lisa y, desde ayer, la cruz del Valle de los Caídos por ser la más grande del mundo con 152,4 metros de altura.

Récords que comenzaron en un pub

Guinness World Records -originalmente el Libro de los Records Guinness-, se ha convertido a lo largo de las décadas en la referencia en materia de logros que rompen récords.

La feliz ocurrencia, que se ha convertido en una nueva métrica mundial, surgió a principios de los años 50 cuando sir Hugh Beaver (1890-1967), director general de la Guinness, asistió a una fiesta de caza en el condado de Wexford. Allí, él y sus anfitriones discutieron sobre cuál era el ave de caza más rápida de Europa y no lograron encontrar una respuesta en ningún libro de referencia, tal y como cuentan en la propia página web.

Fue en 1954, recordando su discusión en una fiesta de tiro, cuando Hugh tuvo la idea de una promoción de Guinness basada en la idea de resolver las discusiones en los pubs e invitó a los gemelos Norris (1925-2004) y Ross McWhirter (1925-75), que eran investigadores de Fleet Street, la calle que aglutinó durante décadas, en sus barras húmedas, a genios de la talla de Belloc o G.K. Chesterton, a recopilar un libro de datos y cifras.

Guinness Superlatives se constituyó el 30 de noviembre del 54 y la oficina se inauguró en dos salas de un gimnasio cubierto en el último piso de Ludgate House, en la calle 107 de la afamada calle.

Tras una fase inicial de investigación, cuentan los amigos de Guinness, se empezó a escribir el libro. Trece semanas después, los McWhirters no sabían que estaba dándole forma un manual que se convertiría en un superventas mundial y en una de las marcas más reconocidas del mundo.

Hasta el reconocimiento de la Cruz

La Asociación para la defensa del Valle de los Caídos, junto a la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel, han conseguido la certificación del Guinness World Records que reconoce y otorga a la cruz de la basílica del Valle de los Caídos como la más grande del mundo. Una noticia que, seguro, ayudará a desprejuiciados y ajenos a la leyenda negra que gira en torno al monumento y acercarse al lugar donde una comunidad benedictina –curiosamente, maestros cerveceros desde hace siglos– saca adelante el mantenimiento del lugar, forma a la escolanía del Valle y reza por la reconciliación de las dos Españas.