La religiosa que vivió secuestrada con una bomba al cuello dará su testimonio en La Almudena

Este próximo miércoles 23 de marzo, a las 19 horas, la catedral de Santa María la Real de la Almudena acogerá la VI Noche de los Testigos. Organizada por Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), se trata de una vigilia de testimonio y oración por los cristianos perseguidos.

El acto, que contará con la presencia del cardenal y arzobispo de Madrid Carlos Osoro recogerá los ecos de aquellos que lo han dado todo por su fe en Cristo. Es, sin ir más lejos, el caso de la hermana Gloria Cecilia Narváez, secuestrada en Mali por el grupo yihadista Nusrat al Islam wal Mislimin a comienzos de 2017 y liberada el pasado 9 de octubre. Junto a la religiosa estarán Marta y David, un matrimonio católico de Pakistán que tuvo que salir de su tierra tras sendas amenazas de muerte.

Con una bomba al cuello

Aquel fatídico 7 de febrero de 2017 cuatro hombres armados irrumpieron en la parroquia de Karangasso, en la frontera entre Mali y Burkina Faso, a 400 kilómetros al este de Bamako, donde la religiosa de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada trabajaba como misionera desde hacía seis años junto con otras tres religiosas. Fue un largo periodo de cautiverio, de dudas e incertidumbre sobre su estado de salud y paradero. Tras compartir su testimonio, después de haber estado con el Papa Francisco en Roma al poco de ser liberada, narraba las penurias vividas. Durante el secuestro, le amarraron una bomba al cuello, advirtiendo los terroristas que podía hacerla detonar en cualquier momento si no seguía los pasos. La tuvieron esposada a un árbol, sin darle durante mucho tiempo explicaciones. Unos meses después de su secuestro, en julio de 2017, apareció un vídeo en el que Al Qaeda lo reivindicaba, aunque en un mensaje enviado a su hermano a través de la Cruz Roja, dio a conocer que era prisionera de un nuevo grupo. La comunidad cristiana de Bamako, la capital de Mali organizó misas y oraciones por ella, y en 2020 la Iglesia maliense organizó una jornada de oración por su liberación.