La embajadora de Hungría: «Sin familias, no podemos construir una sociedad sana»

«Vengo a hablar de medidas y resultados», adelantó la embajadora de Hungría en España, Katalin Tóth, al comenzar su intervención en las XVI Jornadas Católicos y Vida Pública del País Vasco, organizadas por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y celebradas en Bilbao. Tóth abría el sábado el segundo día del evento con la conferencia La defensa de la familia, la educación y la vida en Hungría, y la centró en ofrecer datos.

El gobierno de Viktor Orbán arrancó en 2010, y desde entonces -señaló Tóth- se han conseguido logros como aumentar en un 25% la tasa de fertilidad, duplicar el número de matrimonios -«han aumentado en un 89%, una cifra que no veíamos desde hace 36 años», celebró- o reducir en más de un tercio el número de abortos. «Para conseguir estos números contundentes, necesitamos medidas que requieren de un papel importante del Gobierno», señaló.

Tóth recordó que los húngaros están llamados a votar en las Elecciones Parlamentarias del próximo domingo 3 de abril, y destacó algunas de las medidas llevadas a cabo por el Ejecutivo actual, como reducir el IRPF en función del número de hijos -cuantos más se tengan, menos impuesto se paga; y las madres con cuatro hijos quedan exentas- o permitir un permiso de maternidad de hasta siete meses, unido a que no se pierdan las prestaciones familiares al reincorporarse al trabajo. «El Gobierno -insistió- quisiera asegurar que tener una familia no sea una cuestión económica: que, si se quieren tener hijos, se pueda».

La exención de impuestos a los jóvenes

Tóth abordó las medidas logradas en otros ámbitos como la exención de impuestos a los jóvenes, la financiación de menús escolares o el acceso a la vivienda. La embajadora defendió que cada año se deben revisar las medidas para trabajar centrados en el futuro. También celebró que el Ejecutivo dedicase en 2022 el 2,5% del PIB a ayudas para las familias: «Sin familias, no podemos construir una sociedad sana».

La ponente destacó que Hungría protege la institución del matrimonio como unión de hombre y mujer, y celebró la legislación para proteger la vida desde su concepción. También defendió la polémica ley de protección de menores, que protege «el derecho de los niños a una identidad adecuada a su sexo». Para Tóth, esta ley no supone una intervención en la vida privada ni viola el derecho a la no discriminación por orientación sexual, sino que se centra en excluir «la propaganda» de las escuelas.

Sobre la dictadura del relativismo

El acto estuvo presentado por Jaime Mayor Oreja, quien presentó el proyecto de la plataforma NEOS, una alternativa cultural -dijo- basada en los fundamentos cristianos. «No es una opción política, sino pre-política; está en el ámbito de la cultura, de los fundamentos», defendió.

Mayor Oreja criticó que se persiga a países como Hungría o Polonia «porque las convicciones que hay detrás perturben», y lamentó la debilidad de Europa, que -a su juicio- ha propiciado la invasión de Ucrania por parte de Putin. Señaló como síntomas de esta decadencia europea cuestiones como la defensa del aborto o la prevalencia de la ideología de género, y criticó que la dictadura del relativismo es «el nacional-catolicismo» de nuestros días.

El exministro, no obstante, defendió que ante esta situación es necesario que los católicos planten cara. «Algo habrá que hacer diferente, porque si no seguiremos siendo derrotados por diez a cero en esta batalla cultural», señaló, y pidió a los cristianos españoles «un cambio de mentalidad: de una mayoría acomodada a una minoría creativa», que sepa «vencer el miedo reverencial a la moda dominante».