Hasta 1885, Madrid no tuvo su propio obispo. Fue en ese año cuando León XIII creó la diócesis de Madrid-Alcalá, hoy dividida en archidiócesis de Madrid y diócesis de Alcalá. La Colegiata de San Isidro fue la catedral provisional, hasta que en 1993 Juan Pablo II consagró La Almudena como catedral definitiva. Se tardó más de cien años, y hubo varias modificaciones de proyecto. María de las Mercedes, la primera esposa del Alfonso XII, yace ahí, a los pies de la estatua epónima de la Virgen. En cierto modo, y sin saber que acabaría siendo una catedral, María de las Mercedes fue la impulsora de este templo. Se trata de una catedral con un estilo neoclásico en su exterior, para ir en cierta sintonía con el Palacio Real, con el cual colinda. Sin embargo, su interior es neogótico, con artesonados muy coloridos, unas pinturas murales de Kiko Argüello (iniciador del Camino Neocatecumenal), y una Capilla del Santísimo con mosaicos de un dorado casi neobizantino. Los arcones mortuorios de San Isidro y de Santa María de la Cabeza se hallan en el ábside.