`Contra la guerra´, el libro del Papa con el que pide «dejar de alimentarla»
El Santo Padre, como otras tantas veces, presenta el diálogo como un arte de la política, la construcción artesanal de la paz y el desarme como una opción estratégica
El Papa Francisco ha escrito un pequeño libro, titulado Contra la guerra, que saldrá este jueves a la venta en librerías y en los quioscos italianos junto al periódico Corriere della Sera.
«Hace un año, en mi peregrinación al maltrecho Irak, pude tocar el desastre causado por la guerra, la violencia fratricida y el terrorismo, vi los escombros de las casas y las heridas de los corazones, pero también semillas de esperanza para renacer. Nunca hubiera imaginado entonces que un año después estallaría un conflicto en Europa», lamenta el Pontífice en un adelanto publicado por los medios vaticanos.
Francisco recuerda que desde el inicio de su pontificado advirtió de que «la Tercera Guerra Mundial, diciendo que ya la estamos viviendo, aunque todavía esté hecha pedazos» pero que ahora «esas piezas se han hecho más y más grandes, soldándose juntas... Tantas guerras están ocurriendo en este momento en el mundo, causando un dolor inmenso, víctimas inocentes, especialmente niños».
«Si tuviéramos memoria...»
Ahora, después de más 45 días de guerra en Ucrania, estas imágenes se vuelven cercanas a todos. El Santo Padre denuncia en su manuscrito que «si tuviéramos memoria no gastaríamos cientos de miles de millones en rearmarnos, en equiparnos con armas cada vez más sofisticadas, en aumentar el mercado y el tráfico de armas que acaban matando a niños, mujeres, ancianos».
El Papa recuerda su viaje en 2019 a Hiroshima y Nagasaki, donde denunció que «el uso de la energía atómica para la guerra es inmoral, al igual que la posesión de armas atómicas es inmoral». "¿Quién hubiera imaginado que menos de tres años después aparecería en Europa el espectro de la guerra nuclear?, se pregunta Bergoglio.
Francisco ha pedido siempre «utilizar el dinero que se emplea en armamento y otros gastos militares para constituir un fondo mundial destinado a acabar definitivamente con el hambre y promover el desarrollo de los países más pobres». Y en el libro renueva esta propuesta: «También hoy, especialmente hoy. Porque hay que parar la guerra y sólo pararán si dejamos de alimentarlas».